31 de agosto de 2007

Plagio: Oveyes


Pie de foto: Les oveyes de mi Tíu Daniel en el prau del potreru

Mirai, yo siempre pensé que les oveyes eren unos animales más bien tontonos y asustadizos. (Esta opinión está basada, fundamentalmente, en criterios empíricos ya que durante varios veranos –e inviernos– tocome bregar con el ganado ovino de mi Tío Daniel). Pero resulta que ahora bien una alemanona, escribe un libru y demuéstrame que el mundo ovejil ta por descubrir: Las ovejas de Glennkill de Leonie Swann.


26 de agosto de 2007



Voy poneme en plan «grupi». Voy a hablar del concierto de anoche de Serrat y Sabina. Voy contavos que saltamos y bailamos –cantantes incluídos– como si todos tuviésemos quince años. Voy decivos que emocioneme escuchando «Lucía» y «Y sin embargo». Voy explicavos que delante miu taba un mozu que medía tres metros con el que tuve que llegar a un acuerdu tácitu pa poder ver algo. Voy apuntavos que el concierto duró dos hores y media. Voy anunciavos que Sabina taba bien de voz y a Serrat no se-y entendía por momentos. Voy confesavos que llamé al mio Xuan pa que escuchara en directo una de eses canciones con les que-y aburro el alma cuando vamos en coche. Voy prometeros que nun me pienso perder ningún concierto de estos dos elementos en lo que nos quede de vida (a los tres). Eso sí, no quiero comentarios del tipo: «ye que Sabina me cae mal», «ye que van a ver los toros», «ye que nun canten bien», «¡cómo puen gustate eses músiques!». Hoy, tras la resaca conciertil, no aguanto ni un mal rollu porque Hoy no puede ser un gran día: lo es.

22 de agosto de 2007

Maneras de viajar...



VIAJE DOBLE: Visitar sólo aquellos lugares que repiten palabras en su nombre. Por Ejemplo: Bora-Bora.

EL VIAJE DE GONZÁLEZ: Buscar en la guía de teléfonos una persona que se apellide González. Llamar al elegido y preguntarle cuáles son sus 21 lugares favoritos. Marcarlos en un mapa y visitarlos después.

CORRIENTE ALTERNA: Salir de casa. Tomar el primer camino a la derecha, en la primera bocacalle girar a la izquierda, después a la derecha, a la izquierda, a la derecha... y no parar de andar hasta que una pared, un río o un mar te lo impidan.

EN BUSCA DEL AMOR: Preparar un fin de semana con tu pareja. No se arreglan citas ni lugares de encuentro. Cada uno tiene que ir por su cuenta al lugar elegido y una vez allí buscarse entre la gente...

VIAJE LITERARIO: Sin salir de casa. Comenzar el «recorrido» con un texto de autor de tu país, y después leer un libro de algún escritor de un país vecino. Continuar hasta que des la vuelta al mundo...

LA FÓRMULA DEL MONOPOLY: Método de exploración que consiste descubrir la capital de tu país siguiendo la disposición de las calles en el tablero del Monopoly. Visitar las calles, las estaciones, la cárcel, el parque de coche, las compañías del agua y de la electricidad...

PÓKER DE VIAJES:
Juego para cuatro personas. Cada jugador lanza los dados. El participante que saque el número más alto gana la mano y elige destino


Todo esto y mucho más pinchando en «aquí»

13 de agosto de 2007

Los 400 desaparecidos de Aller


El 21 de octubre de 1937 las tropas de Franco entraron en Gijón y Avilés. La «campaña del Norte» terminó así, con la claudicación de Asturias. Ese mismo día comenzó la guerra para los alleranos. En el valle del Río Aller, desde noviembre del 37 y durante los siguientes cinco años, se vivió la peor masacre imaginable. En menos de un lustro fueron «represaliados» alrededor de 400 vecinos -la época más dura se extendió entre noviembre del 37 y marzo del 38-. La agrupación local para la Recuperación de la Memoria Histórica calcula que «200 de esos paisanos están enterrados en fosas comunes repartidas en el concejo; el resto por ahí, en Oviedo, en Pajares, en León...».
El colectivo, formado por alrededor de un centenar de personas vinculadas a Aller, lleva dos años investigando los nombres de los desaparecidos, los lugares donde se encuentran sus cuerpos y, sobre todo, «el porqué de una masacre tan cruenta como la que sucedió». Los que hablan en nombre de la Asociación de la Memoria son Ramiro Carlos García Díaz -presidente- y Ángel García Baizán -secretario-. Al primero le «desaparecieron» dos tíos abuelos. En la familia del segundo fueron asesinados cinco personas -tres hombres, una mujer y un menor de edad.
Al contrario de lo que pudiera parecer y debido a la «magnitud de la masacre», la compilación de información es fácil para la entidad. Los archivos históricos -entre ellos el de Salamanca- y, sobre todo, los testimonios de los vecinos -«de los dos bandos»- que vivieron aquella época son las fuentes que utiliza la asociación en su investigación.
«Las zonas donde se enterraron, a veces hasta vivos, los represaliados, son vox populi en Aller», señala García Díaz, que apunta que «en cada pueblo saben muy bien dónde hay fosas con huesos humanos, lo han sabido siempre». Hasta nueve enterramientos tienen localizados los integrantes del Colectivo de Recuperación de la Memoria de Aller: dos en Felechosa, dos en La Colladona y el resto en Corigos, puerto de San Isidro, el Infestal, mina Peregrina y Verdiales del Pino. En una de las fosas de Felechosa podría haber «hasta cincuenta cuerpos, porque la gente de la zona nos ha comentado que a aquel lugar llegaron tres camiones cargados de alleranos que fueron descargados, asesinados y después enterrados».
Con los osarios ubicados, los esfuerzos del colectivo allerano se centran ahora en conseguir los apoyos para exhumar los cadáveres y «darles a los muertos la dignidad que se les quitó hace setenta años». El Ayuntamiento de Aller y el Principado de Asturias son las instituciones a las que la asociación apela para «conseguir la financiación que nos permita poner en marcha las excavaciones». «Queremos contar, además, con la complicidad del Gobierno central, que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero, que tanto lucha por la recuperación de la memoria histórica», afirma Ramiro García, que apunta que «si nadie nos ayuda, buscaremos dinero por nuestros propios medios, vendiendo lotería o como sea...». Por ahora el grupo de investigación ha encontrado el apoyo del gobierno municipal de Aller y de los responsables políticos de Izquierda Unida, «la agrupación política que más nos ha ayudado», explica García Baizán, que puntualiza, sin embargo, que «en realidad ningún político nos ha criticado ni se ha opuesto abiertamente al trabajo que estamos realizando».
Más allá de los ingentes gastos que supone la organización de excavaciones en fosas comunes y la realización de las pruebas de ADN, el principal problema al que se enfrentan en Aller, en este sentido, es que «pocos expertos en arqueología quieren enfrentarse a una fosa donde se estima que puede haber veinte cuerpos, aunque pueden aparecer cincuenta», según asegura el secretario de la entidad, que señala que «normalmente las administraciones dan de paso excavaciones donde saben que hay dos, tres o cuatro cuerpos, pero no más». Otro obstáculo en el trabajo de estos alleranos está en la identificación de los cadáveres. García Díaz explica que «nosotros sabemos los nombres de algunos de los que están en una fosa, pero no de todos, y si no los desenterramos no sabremos nunca sus nombres ni por qué estaban allí». Mientras se busca una salida para comenzar el trabajo, el objetivo de la agrupación se centra en la elaboración de un informe completo y detallado de dónde pueden estar los alleranos desaparecidos. La Recuperación de la Memoria remite un cuestionario a las familias que aseguran haber perdido a un familiar durante la contienda. En la consulta, el colectivo pide a los familiares que detallen: la identidad del desaparecido, el lugar y el año de la desaparición, las fuerzas que considera responsables de su desaparición y las actuaciones judiciales -o de otra índole- instruidas contra la persona desaparecida.
Las cifras de desaparecidos y los problemas para sacar adelante un proyecto que permita desenterrar a los cientos de alleranos que, siete décadas después de la guerra civil, continúan en fosas comunes de montes, minas, cuevas y prados del concejo estremecen por la cantidad de víctimas y de tragedias que se descubren detrás de cada uno de ellos.
En su investigación, García Díaz, García Baizán y todos los colaboradores de la entidad se han dado de cara con episodios crueles como el del pueblo de Casomera, donde fueron asesinados 40 vecinos o «la matanza de Les Barroses», recordada aún por todos los alleranos de cierta edad: «A los falangistas les tiraron una bomba cerca de la aldea, así que se unieron al Ejército, subieron hasta allí, y como no sabían quién les había lanzado la metralla mataron a seis personas». Algo similar ocurrió en el lugar conocido como Huerto Mino. Allí, los falangistas acabaron con la vida de dos familias enteras -diez personas-. «Tenemos bastantes indicios para pensar que esta gente puede estar en la fosa de El Infestal», señala García Baizán. Asesinatos, secuestros, violaciones a mujeres y ejecuciones públicas, como la de los panaderos de Cuérigo, que fueron muertos -está por determinar si ahorcados o con garrote vil- en la plaza de Cabañaquinta y expuestos a los ojos de la gente.
Cuatrocientos vecinos muertos o desaparecidos, cuatrocientas historias de un olvido que algunos alleranos -los que forman la Agrupación de la Memoria Histórica de Aller- se empeñan en rescatar.

10 de agosto de 2007

Y ahora....los tambores


(Dígase con declamación de actor) ¡Viva la fiesta de La Borboooolla! Ni Benicassim, ni las piragües, ni (perdoname Fernando) el Descenso Folclórico del Nalón. Donde ten les fiestes de la Borbolla que se quiten toes les celebraciones del mundo (mundial). Bebimos, bailemos, toquemos, pasemoslo como guahes en un castillo hinchable (que también hubo). Lo peor fue el fracasu del grupo de veteranes (entre les que me incluí) en la Ginkana. Perdimos frente a prepuberes. Un desastre. En la imagen superior, de izquierda a derecha, Juan Plaza, Yo Misma, Enric Valero Martinell y Merçé Valero Martinell. Informa, Aitana CASTAÑO