7 de abril de 2018

Guía de fin de semana para la Ciudad del Fin del Mundo

*GUÍA DE FIN DE SEMANA PARA LA CIUDAD DEL FIN DEL MUNDO
(Válida para astures y subpajarianos)



Hace unos años cuando mi desconocimiento de A Coruña era mayor que mi cariño (y conocimiento) de la ciudad os habría dicho: “Coruña es como Gijón pero con la pijería de Oviedo”. A veces lo sigo diciendo solo para tocar las narices a los coruñeses que (pese a que lo son) no les gusta parecer los más pijos de Galicia. Ahora, una vez pasados los años (bastantes) y las visitas (muchas) tengo que reconocer que La Coruña tiene para mi entidad propia sin necesidad de compararla con nada, con ninguna otra. Así que atendiendo a las peticiones de muchos aquí os dejo una miniguía de fin de semana.

Para comenzar este itinerario coruñés os voy a decir primero lo que creo que es la peor que tiene A Coruña (después ya me pongo con lo bueno).
Lo peor es: El tráfico. Una locura andar por la ciudad y por ende, también aparcar. Para empezar hay mar por todos lados. El puerto, la Playa de Riazor, la Playa de Orzán, la Torre de Hércules, la dársena... Los coruñeses con ese acento que te los comes con patatines y un poco de pulpo te dicen: "Es que esto es una península, miña reiñina". Y tu piensas: ¡Qué península ni qué península rediós si esto ye una puñetera isla rodeada de mar por todos lados que me voy a tirar al agua y ya que la corriente me arrastre a Gijón!. Pero no lo dices porque quieres parecer una mujer viajada y que no te asusta nada. Lo del aparcamiento es un poco "tira que libras". Hay parkines en casi todas las calles y zonas azules y naranjas y verdes y también hay rincones en los que puedes aparcar siempre y cuando: A) no molestes (mucho) y B) quepa el coche. Hacei lo que podáis, hermanos.

Dicho todo esto y una vez dentro y bien aparcada, A Coruña es una ciudad digna de ser querida y de ser paseada. Os lo digo yo que soy una señora viajada y que no me asusta (casi) nada. Para pasear la clave es mirar a todos lados. Hay que mirar al mar y también hay que mirar mucho al cielo, a los edificios que la salpican. Y aunque habrá construcciones que os apetecerá dinamitar (Galicia style), seguro que encontrarás frisos, ventanas, por supuesto galerías, algún palacete suelto y mucho, mucho modernismo del que disfrutar. ¡Ah… y para disfrutar también está el tema cañas y comida. Esto es otra historia. Veamos:

Para visitar si solo tienes un día y medio:
-MUSEOS CIENTÍFICOS Acuario y Casa del Hombre (que ahora creo que lo llaman Domus) y Casa de las Ciencias. Los tres son lugares fantásticos. Si tenéis tiempo para visitarlos, os encantarán los tres. Si yo tuviera que elegir uno iría al Acuario. Porque… ¿Cómor resumirlo? ¡Uf! Pues que es el Acuario del fin del mundo y eso ya merece una visita. Además, está muy cerca de la Torre de Hércules (el Faro en activo más antiguo del mundo… Dando luz a los que se adentran o salen de la Costa da Morte desde la época de los romanos, los que decían: “Más allá hay dragones…”). Así que si lleva tanto tiempo ahí... será por algo . Para los que viajáis con guajes la Casa del Hombre y la Casa de las Ciencias son unos sitios fantásticos que despertarán la curiosidad de vuestras criaturitas y que además, están a techo (algo a tener muy en cuenta porque en esa esquina del fin del mundo tiende a llover con gracia. Noé era de Montealto).

Para pasear si solo tienes un día y medio:
-CALLE REAL, PLAZA MARÍA PITA Y CIUDAD VIEJA. Es el centro de La Coruña, no tiene pérdida. La Calle Real está ubicada en la parte más estrecha de la península sobre la que se asienta la ciudad. Entre los Jardines de Méndez Nuñez y la Plaza de Riazor. (Ojo aquí: A Coruña está al revés que Gijón. Si te pones en la Torre de Hércules y miras hacia la ciudad con el mar a tu espalda, la playa de Riazor queda a la derecha y el Puerto a la Izquierda).
La Calle Real y su entorno están salpicados de tiendas y callejones casi todos peatonales. Una de esas calles, la Calle de La Estrella es considerada (junto con otras calles como Olmos y Barrera) la zona de los vinos. Buenos vinos, por supuesto buena cerveza (Estrella Galicia, of course) y buenos alimentos. En la Rua Olmos, 27 (ojo aquí, que lo de rúa paez una tontería pero como te pongas a buscar en el GoogleMaps una "calle" en La Coruña puedes chiflar. Siempre rúa). En Rúa Olmos, 27, decía, está el Bar Brasa y Vino que además de tener un menú muy asequible y que siempre incluye algo gallego de eso que te quedas pensando: "Dioooossss mio estos gallegos lo bien que se lo montan" (como por ejemplo el pulto a la brasa) tiene unos frescos en la pared del pintor coruñés Urbano Lugris que a mi personalmente me fascinan mucho.
El camino del vermú va a dar a la Plaza de María Pita. Enorme y majestuosa plaza coronada por la estatua de la Heroína con mayúsculas de la ciudad. Una ciudad que tiene como referente a una tía ya es que mola de mano, no me digáis. Claro que enfrentarse nada más y nada menos que al alirante Sir Francis Drake se merece eso y más. En la Plaza María Pita está la Taberna da Penela (ojo, porque también hay un restaurante que se llama La Penela, pero yo os digo la taberna). Tienen una tortilla patatas y una carne guisada (originarias ambas de Betanzos) para chuparse los dedos). Justo detrás de María Pita ascendéis a la Ciudad Vieja, calles intricada y mucho edificio bonito. En la calle Sinagoga de la Ciudad Vieja está el Restaurante El Sauce, un sitio tranquilo y pequeñín en el que se come muy bien y que, oh casualidad, regenta un amigo: Santiago Pastur. No cobro comisión por anunciarlo, pero sus croquetas y sus calamares bien lo merecen. Es pequeñín y no muy caro, si os animáis a ir, llamad para reservar: 981 22 09 20. Y sin formar parte exacta de la Ciudad Vieja pero sí de la fortificación que en su día fue, tenéis que visitar el Museo Arqueológico que se encuentra en el Castillo de San Antón que antes de ser Museo fue muchas cosas: Cárcel e incluso Isla. Es precioso el continente y el contenido.
En el capítulo "Postres" y si diera la casualidad de que pasarais por delante de lo que os voy a contar ahora, no dejéis de parar a tomar algo. En resumiendo: Un pastel en Hildita, un trozo de tarta en Berna o un souflé de limón en La Gran Antilla que además tiene un local precioso muy céntrico por donde parece que no han pasado los sglos. Después no digáis que no avisé.

Y finalmente en el apartado: "Después de este fin de semana tengo una necesidad imperiosa de llevarme algo gallego para mi casa para que la morriña no pueda conmigo", os recomiendo el Forno Alameda y la Panadería Rozas. Las empanadas son Pecata di Cardinale (que no Bocata, PI CA TA).
Y para un día y medio yo creo que os diría que así está bien. Aunque queda mucho más: el obelisco, la casa de Pablo Picasso (que ojo aquí, empezó a dibujar en La Coruña), el kiosko Alfonso (precioso, precioso, precioso…), la Fundación Barrié (que a veces tiene exposiciones muy preciosas) y, como no, el Zara del numero 3 de la calle Compostela, que es nuevo, y todo un homenaje de Inditex a la ciudad. Por cierto, que el primer Zara de la historia de la Humanidad también está, como no, en La Coruña. Concretamente en la calle Juan Florez. Os apunto aquí que para el tienderío vario (no es moco de pavo lo que la moda mueve en esta ciudad) lo mejor es la propia Calle Juan Florez y los alrededores de la Plaza de Lugo (donde en fin de semana es digno de ver también su mercado de pescado en el interior). También hay varios outlets fuera de la ciudad pero bueno, oye, algo tendré que dejar para mi.


*Esta guía nació como respuesta a dos preguntas que me hacen a menudo: ¿Oye Aita, tu que vas mucho a La Coruña, qué nos recomiendas ver? ¿Y ya que estamos, conoces algún bar en donde se coma bien en La Coruña?
La ciudad tiene, por supuesto, mil rincones más de los que aquí cuento y que yo he aprendido a querer gracias a mis coruñeses favoritos que desde hace muchos, muchos, muchos años, me han llevado (y me llevan) por las calles de la mano mirando al mar, mirando al cielo y sobretodo, aprendiendo a aparcar en la ciudad del fin del mundo. Que ya ni me lío con el mar.


FOTO: Mural de Urbano Lugris en el Bar Brasa y Vino.