Nuevas historias de Castilla la Vieja, continuación

¿Qué es Castilla? Me pregunto mientras clavo mi pupila en su cielo azul. ¿Qué es Castilla?. Me pregunto. Y Castilla, que no habla, me lo dice: el cielo azul. Cruzamos el Huerna con la idea de pasar frío y Castilla La Vieja (la de Arriba para los de la ESO) nos recibió con un maravilloso fin de semana.
Calor, vino y buenos alimentos.
Bastante llanura y poca «espesura».
Mucho Laísmo y poco lerele.
Y algunos paseantes que se dirigen sin saberlo a la puerta del Infierno.
¿Hay castillos en Castilla?
A patadas

La Primavera ha venido, y yo no sé...donde se mete

En plena ola de frío ártico nos disponemos a celebrar la Fiesta de La Primavera. ¿Por qué?. Pues ni idea pero a ello vamos. Yo para ir a juego con la época del año que acabamos de estrenar voy a ir «en piernas» -que pa mi güela ye ir sin medies– y una «rebequita» –que pa los del norte viene siendo una chaqueta de punto–. ¡Va a quitame a mí el frío de celebrar la primavera!, ¡si ho! taba pensándolo yo...

Ofendiendo, que es gerundio

Pongome a escribir y no encuentro tema. Toy como Javier Marías, agobiada con estas entradas internáuticas que mis dedos me piden hacer de vez en cuando y que mis admiradores (es decir, mi madre) me solicitan cuando me ven. No ye el síndrome de la página en blanco....¡Uy, que va! si yo tengo palique pa eso y más. El problema ye que ahora nun puedo hablar de nada porque mis palabras podrían ofender a un sector de la población amplio o reducido, poderoso o marginal, femenino o masculino, culé o madridista, que me dejaría sin los pocos lectores que poseo. Y llegados a este punto debo confesar que en esto no estoy como Javier Marías. Si digo lo que pienso –o creo pensar– y entonces trascribo en esta Sairutsa de mis entretelas que me salen «erutciones» cada vez que oigo a los políticos nacionales tirarse los trastos a la cabeza para recolectar votos (especialmente si el que habla es Rajoy y/o Acebes a qué negarlo), que me parece –como a House– que todos mienten, que hay gente que se merece que le crucen la cara (sin violencia) cinco veces al día, que estoy hasta las narices de trabajar por un sueldo mísero (perdón trabajar no, colaborar), y que me cagon Messi por haber metido goles el otru día porque perdí la porra del curre (lo que habría supuesto un aumento del diez por ciento en mi sueldo mensual). Seguro, seguro, que hay alguién que se me ofende... Y nada más lejos de mi intención.

8 de marzo, Día de la Constancia

«(Úrsula) Siguió preguntando en el camino que le indicaron, y creyendo que todavía tenía tiempo de alcanzarlos, siguió alejándose de la aldea, hasta que tuvo conciencia de estar tan lejos que ya no pensó en regresar»

GARCÍA MÁRQUEZ G., Cien Años de Soledad