Pie de foto: Les oveyes de mi Tíu Daniel en el prau del potreru
Mirai, yo siempre pensé que les oveyes eren unos animales más bien tontonos y asustadizos. (Esta opinión está basada, fundamentalmente, en criterios empíricos ya que durante varios veranos –e inviernos– tocome bregar con el ganado ovino de mi Tío Daniel). Pero resulta que ahora bien una alemanona, escribe un libru y demuéstrame que el mundo ovejil ta por descubrir: Las ovejas de Glennkill de Leonie Swann.
3 comentarios:
No te imagino de pastora.
Yo tampoco te veo de pastorcilla... pero si pastoreas, ¡cuidado con el lado oscuro ovejil!
¡Un beso Aitana!
Soy un enigma...
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