28 de octubre de 2009
Un millón o más...
Situémonos espacio temporalmente: Nueva York, 17 de octubre de 2009. Una, que es de pueblo y por lo tanto más urbanita que nadie, disfruta de sus primeras horas de vida en la Gran Manzana. La susodicha una llega al único supermarket abierto tan tarde a esas horas del domingo otoñal y compra cuatro cosas para el desaryuno. Se pone a la cola mientras palpa sus primeros dólares y piensa en euros. Da un vistazo de curiosidad alrededor. Dos jóvenes con cervezas, un estante repleto de miles de mostazas, flores, pasteles, un policía en la puerta y detrás, dos señoras bien vestidas que rondan la setentena. Las mira a ellas que parecen embelesadas observando la fruta: “Madre fía, nun me digas que estes manzanes no son prestosísimes...”. ¡Ay, dios! “¿Pero de dónde son ustedes?”, “De Luanco, ¿y tú?”. “De la Cuenca”. “Bueno, ¡pues a pasálo bien, neña!”.
Bien, ésto que acabo de contar, lo juro, es una situación real y me pasó a mí. Sí, yo soy la susodicha “Una” cuya vida no hace más que confirmar cierta teoría a la que se sumó hace años y que apunta que, en realidad, los asturianos somos más del millón de personas que asegura el censo del Instituto Nacional de Estadística (INE). Porque, a ver, no es posible que podamos ser “sólo” un millón de paisanos en esta región y aún así estemos presentes en todos los puntos del globo terráqueo, a cualquier hora del día. La teoría no es mía, a qué lo voy a negar. La leí hace años en un artículo firmado por Suso Cuartas y, desde entonces, me he unido a ella como una fanática más. Es más, ya hace años que rondaba por mi alrededor semejante ideario. Tenía un profesor en la facultad que decía que si ibas a dar una conferencia a Pekín sobre genética molecular y preguntabas si en la sala había algún gallego, seguro que alguien levantaba la mano para decirte: “No, pero yo soy asturianu”.
Me gusta eso de que en el imperio astur de pensamiento, palabra y afirmación, al igual que en Nueva York, no se duerma nunca, que tampoco en él se ponga el sol.
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2 comentarios:
Toy contigo. No hay na como ir a trabajar a una radio evangelista en Cork y acabar charlando con uno de Moreda... Tamos en todas partes.
Dentro de poco quizás este pasendo por allí también, eso espero!
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