29 de diciembre de 2010
Cambios
"-En Reyes quiero un telescopio grande para ver qué pasó con Plutón". Tras la rotunda sentencia, la niña me miró con esos ojos de misterio que sólo los críos saben poner y yo, a qué negarlo, me acojoné. Tiré de Google para ver si realmente había pasado algo con Plutón y lo que encontré me desasosegó aún más. Resulta que esta entelequia, que recitábamos al final de la lista de planetas -"Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Santurno, Urano, Neptuno y Plutón", ya no está considerada como tal y ha desaparecido de las cantinelas escolares. Es como si, de repente, España ya no limitara "al norte con los Pirineos que hacen frontera con Francia". ¡Esta crisis está acabando con todo!, que diría un pesimista (llámalo pesimista, llámalo líder de la oposición). El universo ha cambiado tanto que los que hicimos la EGB estamos casi al mismo nivel que los que estudiaron en la Academia de Atenas junto a Platón. Somos unos desfasados. Claro que lo más moderno que veíamos en nuestros libros de texto era la Alemania unificada y ya flipábamos. Ahora ni siquiera tienen libros de texto y encima ni se acuerdan de los duros que costaba un "flash". "¿Cinco duros? ¿Eso cuánto es?", me dice un osado quinceañero el otro día.
Además del dinero y los libros, también han cambiado la tabla periódica y la ortografía del castellano. A las letras "ll" y "ch" les ha pasado como a Plutón, se han ido al limbo de los recuerdos infantiles y allí se quedarán para siempre. Lo de los cambios en la tabla periódica tiene que ver con modificaciones en el peso atómico de diez elementos. Si soy sincera esto me preocupa menos porque lo del peso atómico ni siquiera lo entendí en su día (creo que copié). En fin, que no quiero revolver mucho el tema de la mutación que ha sufrido la sociedad, la ciencia e incluso la gramática, por miedo a que cualquier día nos den la vuelta a sacar el bachiller. Aunque lo mismo mandaba a algún político (llámalo político llámalo presidente del gobierno) a repasar matemáticas para ver si, por fin, los cambios empiezan a ser para mejor. ¡Feliz (y equilibrado) 2011!
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2 comentarios:
Pa que luego digas de la capital, yo juraría que el flash a mí me costaba 10 pesetas (que son dos duros, dos).
Habíalos de 25 pesetes, doy fe. Eren enormones....
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