Carlos
e Isabel se han marchado a Madrid a trabajar, Nacho disfruta de su
pensión y Sofía se ha pasado al "lado oscuro" de la comunicación
institucional para alegría de los plumillas que se nutren de sus
magníficas notas de prensa y su mano izquierda a la hora de mediar entre
políticos y canallesca. Carlos, Isabel, Nacho y Sofía fueron -en la
primavera de 2010- cuatro de los despedidos en un expediente de
regulación de empleo que sufrió la plantilla de La Voz de Asturias. Yo
me senté entonces ante el mismo ordenador desde el que hoy desgrano
palabras para escribir una columna dándoles ánimos y deseando que los
dioses les fueran propicios en el mundo en general y en el sector
periodístico de nuestras entretelas en particular. Todo eso ocurrió
justo antes de que Público se hiciera con el poder del periódico
asturiano y también antes de que una servidora entrara a colaborar con
el proyecto editorial de Mediapubli gracias -o por culpa- de la mano
tendida y cabezonería del maestro Julio César Iglesias. 24 meses después
de mi primer artículo firmado en La Voz de Asturias se ha consumado el
final de la histórica cabecera que iba camino de los noventa años y
que, para muchos, suponía un soplo de aire fresco en los quioscos de la
región. Claro que para otros era un simple panfleto al que despreciar
obviando su presencia con poca educación y muchas malas pulgas.
Desde
que se hiciera público el cierre del diario La Voz de Asturias han sido
y son muchas las voces que claman consignas que todos sabemos como eso
de que "siempre es malo que se cierre un periódico". Me temo que no eran
tantos los que lo compraban como los que ahora lo lloran. Es estadística
pura.
Nunca
es plato de gusto formar parte de proyectos que se acaban ante la
impotencia e incredulidad de los que han luchado por ellos durante un
tiempo. Pero sin duda, lo más doloroso de todo este asunto es ver como se quedan al paro, en
un tiempo tan cruel como el actual, personas cuyas voces, gestos y
trabajo hacían la vida de esta región más plural, menos sumisa. A todos
les doy las gracias por enseñarme a discutir, trabajar, escuchar y
luchar por este oficio, que pese a todo sigue siendo el más maravilloso del mundo.
5 comentarios:
Visto tu artículo y recordadas sus "fuentes", ahora, después de muchos años y bien superada la adolescencia, con sus zozobras y demás, te digo que podías ser menos exagerada, cargar menos la tinta o la pistola. Leído y bien leído, te deseo lo mejor con él como carta de presentación ante políticos con quienes tendrás que tratar muy amenudo.
Lo que se necesita, sobre todo, es gente como tú que crea que este oficio es el mejor del mundo. Porque así esa raza de periodistas no se pierde :) Besinos, Aiti, en un pizquín te veo!
Con los políticos no tendré que tratar (en futuro), sino que TENGO que tratar (en presente) desde hace mucho tiempo. Feliz día de la Libertad de Prensa y gracias por leerme.
Feliz dia de la Libertad de Prensa y feliz día del Trabajo, periodista. Nada que criticar de los que conocen tan bien su oficio y lo desempeñan con honestidad e independencia, sobre todo esto último.
No te entiendo muy bien. No pillo qué objetivo persiguen tus comentarios. Como no te veo la cara ni sé quien eres, no te se intrepretar.
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