Estoy escuchando
tangos a la vez que escribo estas líneas. Lo digo para eximirme (al
menos parcialmente) del pasteleo que voy a escribir, con total
seguridad, a partir de ya mismo. Echémosle pues las culpas a la
música para hablar del aniversario del Instituto Jerónimo González
de Sama y darle un par de vueltas a la memoria de los años que pasé
en el lugar, primero como estudiante, y después como hija de "Flora
la de la cafetería". Como toda historia, lo mío con el
instituto tiene un arranque en lo que denominaremos "El
Principio de los Tiempos". Ésta época empezó una mañana en
un pasillo largo y oscuro y terminó aproximadamente quince minutos
después cuando una servidora decidió que ya estaba integrada. Al
éxito de la óptima incursión en la vida de una estudiante de
secundaria ayudaron muchas personas pero es imposible no mencionar a
Eli y Soraya. El capítulo dos es un poco más largo. Bajo el título
"En la cresta de la ola" en esta fase de la narración se
abordan los altibajos propios de una relación estrecha entre
institución y persona. La adolescencia efervescente y las
matemáticas de Tercero de BUP son las dos grandes crisis de este
periodo que terminó felizmente cuatro años (menos quince minutos)
después con una nota que me permitió estudiar lo que quería.
La fase tres,
denominada "¿Acuerdeste cuando en el Instituto?", suele
ser, en la mayoría de historias de este tipo, la parte final. Pero
en mi caso no. El anexo, sorprendente, me lo otorgó un nuevo título.
Además de "alumna" o "ex-alumna", dentro de
aquellas paredes a la orílla del río Nalón comencé a ser también
"la hija de la de la cafetería". Aquí se abrieron nuevos
horizontes y aprendimos cosas nuevas, como que los profesores también
son seres vivos, mamíferos y hasta, en casos extremos, tienen buena
conversación o que, al otro lado de la barrera, efectivamente el
recreo parecía una estampida de zombis hambrientos. ¡Feliz cumpleaños!.
1 comentario:
Me gusta leer diferentes textos y cosas mientras yo también escucho tango. En este momento estoy a la vez, contactándome con el Seguro schengen para obtener una buena poliza para mis cosas
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