28 de septiembre de 2013

Las cosas buenas del otoño


Hay cosas buenas que llegan en otoño porque parece que el otoño se cansa de ser siempre la estación agria del calendario anual. Esa estación sibilina que llega siempre, ineludiblemente, cuando toca volver al colegio, al trabajo, a la rutina, a los atardeceres sin hamacas, a los días sin mucha luz. Las cosas buenas y otoñales compensan todo lo anterior (y mucho más).
Hace ocho años en un otoño sin meteorología (al menos yo no tengo recuerdo el tiempo que hacía) llegó a mi casa un encargo paternal: “Te va a llamar mi amigo Fidel que va a montar un periódico, y es para que colaboraes”. “Uf, ya está mi padre con sus chollos/marrones”, pensé. Después de esa primera impresión que nadaba entre la vagancia y el desconcierto, llegó Fidel y tras él muchas páginas escritas sobre lo que pasa en las calles, en los ayuntamientos, en las caleyas, en los colegios, en los teatros o en los despachos de los cinco concejos que forman la Cuenca del Nalón. Tengo un trabajo que me hace recorrer, a diario, esos cinco municipios. Tengo un trabajo que me enseña cada día a las gentes, los paisajes, los proyectos, los llantos, las denuncias, las fiestas y los rincones de esta tierra nuestra que desprende muchos colores pero que sobretodo es negra y es verde. Tengo un gran trabajo. ¡Gracias por estos ocho años de La Cuenca del Nalón!

23 de septiembre de 2013

Whatsapp desbocados y otros septiembres



Grupo de familia, grupo de familia más cercana; grupo de amigos, grupo de amigos para hablar de los no tan amigos, grupo de compañeros de trabajo, grupo reducido de compañeros de trabajo para rajar de los jefes y así un largo etcétera.
Señoras y señores: El tema “Grupos de Whatsapp” se nos ha ido de las manos definitivamente. Cuando encaras la recta final de septiembre y te encuentras formando parte de una conversación titulada “Fiesta de Nochevieja 2012” o “Amigo invisible Navidad 2012 ” es que algo, raro, está pasando. Y cuando abres el grupo y encima ves que tienes 123 mensajes sin leer aún se pone la cosa peor. Tú pasas, y dices que no vas a leer esos 123 mensajes porque te da una pereza que te mueres. Pero resulta que en esa línea de mensajes que tu no lees -por pereza- tu mejor amiga dice que se va a separar y tu hermano que va a ser padre. En estos momentos de la vida, las cosas importantes se dicen por Whatsapp porque es gratis y no anda el asunto económico como para andar gastando en establecimiento de llamada y en minutos y minutos de explicaciones telefónicas mientras las empresas del ramo hacen su agosto (¡Y ya no es agosto!).
¡Ay el verano! ¿Recordáis cuando el verano parecía un mundo? Llegaba septiembre, la gente volvía a su rutina de urbes enormes y los que nos quedábamos echábamos la vista atrás y pensábamos que julio era en realidad de otro siglo. ¡Habían pasado tantas cosas!. Decíamos hace unos meses que el verano es relativo, que venía cuando menos lo esperabas. Todo lo contrario que el otoño porque un día te levantas y hace más frío de lo normal y ya tomar el sol o ir a la playa en un día de asueto es una opción, no una obligación; y encima tu madre ha aprendido a cambiar el nombre a los grupos de Whatsapp y al grupo “Familia verano” le ha puesto el título de “Vuelta al Cole”.

30 de julio de 2013

Publicidad "sublipapal"


Suena el teléfono. Es mi amiga Cleta (que le debe su nombre a una hermana mayor amante de los libros de Teo y algo cabrona, a mi humilde entender). Cleta no dice ni hola, ella es así:
-"El Papa es muy listo, tia" -me deja la frase en el aire.
-¿Belarmino?, ¡No me digas que tu padre sacó la carrera antes que tú, tía, que te mato!".
-¿Pero qué dices de Belarmino ni de Belarmina, faltosa? El Papa de Roma que es listísimo. ¿Viste lo que dice ahora de los homosexuales? Que si ellos buscan a dios que él no es nadie para juzgarlos. ¡Tócateloscojones!. ¡Ahora!. Cada vez tengo más claro que esto es una conspiración...
-¿Judeo-masónica-comunista-internacional?
-No, una conspiración de la Coca-Cola. Mira, está más claro que el agua. Al Papa Francisco no lo pusieron los cardenales de Roma. Lo puso la Coca Cola. Es más, creo que en cualquier momento va a empezar a dar homilías papales diciendo que el catolicismo es "para los altos, para los bajos, para los negros, para los blancos, para los gayers" y un largo etcétera de "paras" y se quedará más ancho que largo.
-¡Estás como una cabra!.
-No, como una cabra no. ¿Te acuerdas de aquel novio argentino que me eché cuando curré en Port Aventura?
-¡Para no acordarse! ¡Te teñiste el pelo de verde porque te dijo que eras su musa "llegada del norte y nacida entre árboles!" (risas)
-¡Qué dañina eres!
-¿Fue así o no fue así?
-Sí, sí...tal cual. Pero lo decía tan de aquella manera que la verdad, chica, en su momento me pareció como lo más normal del mundo. Pero, déjate de rollos, que me lías. Que te digo yo que el Papa este medio argentino medio italiano lo puso la Coca Cola y nos vende la moto de Jesucristo siete veces. ¡Que es muy listo y argentino, tía!
-Bueno, ¿y a tí qué más te dará?
-¡Bah, yo qué sé!...(silencio sepulcral). No si mirándolo así, dar me da exactamente lo mismo, la verdad. En fin...
-Venga anda, que estoy trabajando. Tienes más palique...
-¿Oye?
-¿Quéééé?
-Qué Belarmino aprobó todas en julio, guapa. ¡Toy hundida!

2 de julio de 2013

Apúrala

    De la que te pones a bajar la Faya los Llobos hay dos curvas (bueno, ya sabéis, quien dice dos dice siete millones). El caso es que hay dos curvas en concreto que tienen sendas pintadas fantásticas. A saber: "Apúrala Marcelino" y "Rosana ye temible". No sé quiénes son Marcelino y Rosana pero desde que el otro día leí las dos frases quiero conocerlos. Estoy convencida de que me iban a caer genial los dos, incluso Rosana que por mucho que digan seguro que su carácter no es para tanto.
Con las pintadas que llevan nombre propio soy de involucrarme muy rápidamente. Como García Márquez (ala, ya me vine arriba). Cuenta el escritor colombiano en uno de sus artículos periodísticos la desazón que le entró después de ver, día sí y día también, una declaración de amor pintada en una pared muy cerca de su casa. El artículo es de abril de 1982, se publicó en El País y empieza: "En un largo muro blanco, frente a mi casa de México, amaneció el viernes pasado un letrero enorme: Peggy, dame un beso. Está pintado con un soplete de tinta indeleble, de esos que se usan para la guerra política de las paredes, y se le nota el pulso tenso e intenso de los letreros clandestinos escritos con el alma en un hilo en el sigilo de la madrugada, mientras los cómplices vigilan las esquinas para dar el aviso oportuno". El escrito de García Márquez continuaba disertando sobre la actualidad de aquellos tempranos ochenta y también sobre sexo que, por poco tratado en las cuatro décadas precedentes, era un tema que llamaba la atención a los españoles ochenteros.
En Turón hace años que hay una pintada: "Cualquier díi t´atarazo". Esta declaración de intenciones, que al primer golpe de vista parece escrita en italiano, me tiene hablando sola desde que la vi. Apetece poner una respuesta debajo: "¿Topástelu?".
El artículo de García Márquez acababa suplicándole a Peggy que le diera un beso a su amor anónimo. Yo, por eso de que ya estoy envalentonada, voy a emular al Premio Nobel para decir: "Venga, Marcelino, tío, apurala".

30 de mayo de 2013

Manual de lluvia para subpajarianos.


Viendo que con esta ya van tres las columnas consecutivas que dedicaré al tiempo -como estado meteorológico no como sucesión de segundos-, creo que debería plantearme seriamente la posibilidad de cambiar mi apellido (Castaño) por Maldonado, Montesdeoca o Picazo. Pero antes de iniciar la siempre engorrosa tramitación burocrática, y viendo cómo se está poniendo el panorama en todo el reino español, creo que voy a dedicar mis esfuerzos a enseñar a los mesetarios y/o castellanos, también conocidos como “subpajarianos”, las técnicas, los trucos y los consejos necesarios para soportar lo que parece va a ser el el verano más frío, lluvioso y, en resumen, NO verano de los últimos dos siglos, menos tres años (en concreto).
Nada de tomarnos las cosas a la tremenda y decir que la lluvia va a provocar una caída del número de turistas en Asturias. Pesimismo fuera. Lo que hay que hacer es coger la borrasca por el mango y sacarle réditos. Tú me das agua, yo te doy negocio. ¿Qué los políticos te dicen que diversifiques y llenándose la boca con tonillo interesante te espetan que “aúnes sinergias” con tu entorno?. Pues tú vas y te montas un campamento en cualquier pueblín con título sugerente y que toque cualquier palo de las ciencias sociales o naturales: “El chubasquero. Póntelo, pónselo”, “El uso de paraguas, costumbres, peligros e historia”, “Las katiuskas, cómo evitar que te cueza el pie en 10 horas” o “El anorak en verano. De la opción a la obligación”.
A ver. Son ideas, después ya se pueden ir desarrollando e incluso montar el tema por niveles de formación o entendimiento. Además de a personas físicas, humanas e individuales también se pueden desarrollar iniciativas para familias -“563 maneras de sobrevivir en el mismo techo con hijos y padres en edades complicadas”-, empresas - “Cómo convertir el aire acondicionado en una mesita auxiliar en tan solo tres pasos”-, perros - “El barro, no abuses de él que es peor”, o Ayuntamientos - “Alcantarillas: su desatasque, tú futuro”.
Son conocimientos que los asturianos tenemos muy avanzados. La muchachada actual diría que somos “nivel PRO”. Nuestra naturaleza generosa y arrogante debería llevarnos a compartirlo. Yo ahí lo dejo.

12 de mayo de 2013

La primavera NO es relativa



A estas alturas de Mayo (17:20 horas del día 1) estamos a un cuarto de hora de superar a Mesopotamia en tema diluvio universal. Hace un artículo (y poco más de un mes) que decía yo, inocente de mí, en las páginas de este periódico cuenquil de mis entretelas, que la primavera es algo relativo porque no llega cuando marca el calendario sino cuando le da la gana. ¡Mentira!. La primavera no es relativa, la primavera no existe. La primavera son los padres.
Cuando estudiaba en Madrid a la gente de aquellos lares, subpajarianos en su mayoría, le hacía gracia la preocupación que los astures teníamos siempre por el tiempo. "Vamos a ir de fiesta a tal sitio", nos decían. Y nosotros replicábamos: "¿Y si llueve?". O poníamos cara de interesantes mirando por los ventanales de la facultad de cemento armado donde tuvimos a bien pasar nuestra juventud y preguntábamos: "¿Qué tiempo hará el fin de semana?". Ambas cuestiones eran respondidas con la misma cara de incredulidad y/o hastío por la parte subpajariana: "Anda, ¡qué cosas tienes!. ¡Qué tiempo quieres que haga si es mayo!". "Ay, pues yo que sé, que llueva, o que haga frío o ambas cosas a la vez. Si mayo es de llover, ¿no?". Y con la tontería te pasabas los tres primeros cursos de tu vida universitaria madrileña cargando con una chaqueta por las noches por si refrescaba y el refresco no llegaba nunca.
Juro por lo más solenme y sagrado de la vida en plan abuela dramática que miro atrás y no recuerdo un solo día de aquellos cinco años que me lloviera en la capital del reino. ¡Ojo!. Que yo soy mucho de elegir con qué recuerdos me quedo y cuales relego a lo más profundo de mi memoria.
Lo malo de la memoria selectiva es que a lo que le guardas inquina, y con el paso del tiempo sigue ahí erre que erre carcomiéndote las entrañas (y sigo en Modo Drama ON), eso no se va ni aunque te lo propongas. Y lo bueno es que le guardas rencor a pocas cosas lo que, quieras que no, te hace la vida más divertida porque no vas soltando la bilis por ahí como hacen algunos que parece que se pasan todo el día ñeñeñeñé (onomatopeya que se lee con cara de mala leche, que en asturiano significa "magañar" y que en castellano no sabría decir pero yo creo que se entiende de sobra).
PD: Con el ojo que tengo saldrán publicadas estas líneas y no lloverá en tres meses. ¿Os jugáis algo?

19 de abril de 2013

¡Un año sin La Voz! y sin mucho más...


Llevo varios días pensando en qué poner para conmemorar el primer aniversario del cierre de "La Voz de Asturias"...
Sólo me salen cosas escritas con muy mala hostia. Y esto se debe fundamentalmente al abandono, cuando no humillación, al que desde aquel 19 de abril de 2012 hemos sido sometidos los trabajadores del diario en general y los autónomos en particular (a los "freelance" además de la dignidad y la verdad por parte de los dirigentes del diario y el grupo que los sustenta se nos deben los salarios de los meses de febrero, marzo y abril que trabajamos como los que más). Y sí, se llevó a juicio y se ganó...seguimos esperando.

Pero "La Voz de Asturias" no se merece que sólo la recuerde así. Para mi fue un periódico libre y digno, que siempre estuvo a la vanguardia de los diarios asturianos en cuanto a diseño y maquetación, y que, sobretodo, me dio la oportunidad de tratar a gente maravillosa que hoy considero amigos. No quiero olvidarme de nadie y la lista es muy larga pero me vais a permitir la licencia de que estas palabras con un fuerte abrazo (igual que el que recogió en una foto Eloy Alonso, hace hoy -19/04/2013- un año) vayan para la mi Susana Díaz Machargo que ta dando guerra por la Pérfida Albión y que ye la mejorísima.

12 de abril de 2013

Las sobras


-Perdona una cosa... ¿Por qué metes en bolsas la fruta antes de tirarla al contenedor? -preguntó un tipo vestido con corbata.
-Para que no ensucie el cubo que después huele-respondió la frutera sin mirar para él y mientras reponía el estante con manzanas "golden".
El hombre hizo un gesto extraño, como de aceptación del argumento, y se fue. Ella se dio la vuelta hacia mi, que en esos momentos luchaba internamente para intentar recordar el puñetero número de tecla de los melocotones.
-Es mentira. No las meto en bolsas para que no se ensucie el cubo. Las meto en bolsas porque me he dado cuenta de que cuando cerramos vienen varias personas a revolver en los contenedores donde tiramos la fruta pocha, que ni está pocha ni nada, pero no se puede vender. Y estos hijos de puta -aseguró indicando hacia el hombre que ahora parecía reñir a una cajera- no nos dejan que demos la fruta, prefieren destruirla y quemarla antes de que la coja alguien que la necesite...
La mujer se quedó mirando al hombre de la corbata, me echó una sonrisa muy triste, recogió la caja vacía y se perdió entre las cortinas de la trastienda. Ya no pude recordar la tecla de los melocotones, con bolsa y todo los tiré al contenedor y me fui de allí...


(Sucedió en un supermercado Lupa el 6 de abril de 2013 en Peñafiel, provincia de Valladolid)

1 de abril de 2013

Primavera relativa



A las 13:15 horas del día 1 de abril, con un ligero viento del sureste, entró la Primavera en mi casa. Fue una brisa silenciosa pero lo suficientemente fuerte como para que la puerta de la terraza se cerrara de un portazo. Sonó el timbre cuatro minutos después. Era un mensajero, traía un paquete del que yo había conocido la existencia esa misma mañana. Mientras firmaba el albarán divisé cómo del bolso de la camisa del cartero sobresalía una pequeña margarita. Sonreí: "Es primavera", me dijo señalando la flor, y con las mismas se fue.
No abrí el paquete, pero aproveché mi presencia en el medio del pasillo para transportar el tendal desde el salón a a la terraza. Mientras colocaba el armatoste (aún no se ha inventado un módulo de FP para estos temas domésticos) me fijé en la vecina de enfrente, que atendía sus plantas en el balcón. Me miró, la saludé y sonrió: "Es primavera" sentenció mientras colocaba una nueva maceta en el ventanal.
Primavera y vacaciones porque suenan las notas de una flauta infantil en la lejanía, eso significa que no hay cole ni horarios que marquen los límites de los ensayos, y ensayos, y ensayos, y ensayos. Dejo la terraza en el momento exacto. Evito otro portazo. Decidida enfoco la habitación. Es primavera, pues habrá que cambiar el nórdico. Me envalentono sin sentido. ¿Quién nos dice, después de lo andado, que no nevará en abril? Vale más no pensarlo. Es primavera, ha salido el sol y el cambio de hora ha obrado el milagro: los atardeceres se han retrasado, la vida pide más calle y la calle pide más vida.
Y respiras asomada a la ventana y te reafirmas en la idea de que el tiempo es relativo. Ni la Primavera de 2013 llegó "el miércoles 20 de marzo a las 12h 02m hora oficial peninsular" y además el invierno tal parece que llevaba décadas aquí...

27 de febrero de 2013

Mitos


"El mayor enemigo de la verdad no es la mentira sino el mito". Lo escuché en un capítulo de la quinta temporada de la serie El Ala Oeste de la Casa Blanca y, aún postrada a los pies de los guionistas de la serie, quise creer que la frase, tan redonda y tan cierta, había sido dicha en la vida real alguna vez. Así fue. La encontré en un discurso de Kennedy y de ahí al estrellato: Cientos -miles- de artículos escritos o mencionados en internet recogen la sentencia y la hacen suya. ¡Y eso solo en castellano!. Calculo que traduciéndola al inglés se pueda llegar a millones de referencias. Ya no digo nada de si la pasamos al chino. Puede que incluso la hayan inventado ellos porque como decía mi amigo Pedro a la temprana edad de cinco años: "Dios no existe, lo han hecho todo los chinos".
Contra el mito se hace imposible luchar y lejos de lo que pueda parecer tampoco hace falta que pasen décadas para que nazca, crezca, se reproduzca y se establezca en la cabeza de la gente por siempre jamás. Apenas seis horas hicieron falta para que nadie diera por falsa la historia de que en el programa "Sorpresa, sorpresa" habían pillado a una chica "jugando" con un bote de mermelada y su perro mientras Ricky Martin esperaba en el armario (caprichoso destino). Conozco a gente que juró y perjuró que lo había visto con sus propios ojos. La falsedad se convirtió en mito en tan solo una noche y obligó a salir a la palestra al Defensor del Menor, al director del espacio televisivo y a la propia presentadora (Isabel Gemio si no recuerdo mal) para desmentir lo inexistente. Con todo, hay gente que sigue diciendo que "algo hubo" y no intentes bajarlos del carro porque acabarás discutiendo.
No solo los hechos se convierten en mitos falsos. También hay personas que alcanzan esta categoría, que si estuviera fabricada de algún material sería del mismo del que están hechas las cajas negras de los aviones, irrompible. Eso sí, convertirse en un mito -verdadero o falso- en estos tiempos de ira y desfalco ya no sale tan rentable como antes. Ahora todo tiene fecha de caducidad cuasi-inmediata (salvo el pan bimbo que ya no se pone verde nunca). La personas que hoy se convierten en mitos entran directamente en la sección "De los dos telediarios". Es decir: Salen un día en la prensa, como mucho dos, al tercero ya no los recuerdan más que sus amigos del Facebook y al cuarto ni eso. En la mayoría de los casos es mejor así porque tampoco merecían tanto la pena pero...¿y si entre tanta rapidez, inmediatez y prisa nos estuviéramos perdiendo a los buenos?-.

30 de enero de 2013

No es Alepo

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Con mi mano izquierda aparté el toldo blanco que los arqueólogos usaban como puerta de la pequeña carpa que habían montado para exhumar, en silencio y sin la incesante lluvia sobre sus cabezas, los cadáveres de la fosa común de Cabacheros (Aller). Llevaba varios meses escribiendo sobre esos cuerpos huesudos, hablando con familiares de desaparecidos, con expertos, con políticos, con policías, con más familiares... pero nunca había podido ver de cerca los restos de los verdaderos (y trágicos) protagonistas de la historia de este enterramiento pegado (casi debajo) de la carretera del Puerto de San Isidro. Una fosa en la que empezaron buscando los restos de "nueve represaliados" y donde acabaron encontrando un número indeterminado de cuerpos que superó, con mucho, la treintena.
El día que el arqueólogo jefe me dejó entrar en la pequeña carpa era del mes noviembre y hacía mucho frío. Los trabajos estaban a punto de ser suspendidos porque, en cualquier momento, llegaban las nieves y se haría imposible seguir la labor: "Pasa, pero ten cuidado". Di dos pasos decididos dentro del minúsculo recinto para quedar parada frente a un agujero que, como las trincheras de las guerras, se alargaba a mis pies a setenta centímetros de profundidad. Dentro de la franja de tierra trabajaban varios jóvenes con cincel y brocha. Lo hacían despacio, sabiendo que después de setenta años allí aquellos hombres y mujeres (y menores de edad) no tenían prisa ninguna por salir. Trabajaban despacio pero a un ritmo constante, como el de las agujas del reloj, porque también sabían que los que no podían esperar mucho más eran algunos de los que estaban fuera aguardando el resultado. Y se oían, desde dentro, frases sueltas: "Tengo cerca de noventa años. Antes de morir necesito saber si alguno de ellos es mi hermano".
Así que allí estaba yo. Creyéndome curtida en fosas comúnes y sin poder separar la vista de los cuerpos apilados, de los craneos, de los húmeros, de las tibias, de las manos, eran decenas... "Mira, esto es una cuña de una madreña, y también hemos encontrados botones, y hebillas de cinturón y hasta una cuchara. El que la tenía en el bolsillo creyó que la iba a necesitar en la cárcel pero no...", me dice uno de los chavales. Y sigo observando incrédula. No es Ruanda, no son los Balcanes, no es Ciudad Juárez, no es Alepo. Es Felechosa, es la carretera por la que, en los días de invierno desde hace décadas, circulan miles de esquiadores camino de San Isidro. Es aquí al lado nuestro y esos huesos embarrados y amontonados pertenecen a personas que fueron consideradas "basura" durante más de setenta años (cuarenta de dictadura y treinta de democracia). Porque en ese tiempo nadie quiso, o nadie pudo, devolverles la dignidad y sacarlos de una cuneta. Hasta ahora. La Asociación de Memoria Histórica de Aller dará sepultura a los cuerpos de Cabacheros el día 2 de febrero en el cementerio de Moreda.
No debería ser (aunque lo sea) una cuestión de ideario político. Cae de cajón. A ningún ser humano se le puede negar el respeto por tanto tiempo. No es política. Es dignidad.

31 de diciembre de 2012

Destilando el 2012

                                     Destilando el 2012
Algún día lograremos mirar el 2012 sin la rabia que destilamos ahora cada vez que recordamos sus doce meses completitos (lease el "completitos" con rabia destilada). En cierto modo a mi ya me está pasando. No me hagáis caso, soy una sentimental y de tendencia peliculera pero es que lo veo marcharse y me da algo de nostalgia dentro...
Es cierto que el 2012 nos enseñó cosas sin las que podíamos haber seguido viviendo tan panchamente. La lista es "larguita" (rabia destilada):  la prima de riesgo, la Troika, los desahucios en masa, la injusticia, la pérdida de derechos, los cierres, la caradura de muchos, el paro, las despedidas para siempre, la "aventura de la emigración" (que por cierto no hace ninguna gracia cuando la protagonizan nuestros amigos e hijas, primos, sobrinas, nietos y hermanas). La lista es tan "larguita" como dolorosa. De hecho vale más parar y no seguir pensando en el pasado año al que a partir de ahora denominaremos: "dosmildocedeloscojones".
(Respiraciones, buen rollo, respiraciones, buen rollo)
A poco que nos esforcemos (aunque cueste) también se le encuentran las guindas al pastel de 2012. Piénsalo. Seguro que hubo algo (o mucho) bueno. Tal vez solo fuera un instante. Pudo ser una cena,  un viaje,  un libro, un nuevo amigo, un grito que diste en alguna manifestación, una conversación, un resultado médico positivo, unas risas, una canción...¡Algo!. Con esto de las nuevas tecnologías y de que hay cámaras de fotos hasta en algunos empastes de dientes, es fácil echarle una mirada rápida al año y quedarte con una foto, una palabra o un instante. Con el equipaje de lo bueno nos adentramos en el 13, número al que, por cierto, España -y cuando digo España quiero decir país/nación/conglomerado/
bancomalo/coyunturageográfica- ya no le tiene superstición alguna.  ¡Quién dijo 13!.

Mi deseo: Salud, ideas, risas, proyectos, viajes, libros, películas, canciones, conversaciones y, oye, si hay que ir de manifestación, pues se va.

25 de diciembre de 2012

Desprecio

Se me había salido la cadena, la metí como pude y en un bar cercano pedí, por favor, si podía lavarme las manos llenas de grasa de la bicicleta. Entonces, un hombre me miró y dijo: "¿Bicicleta?. Mejor tabes en casa planchando, que no tienes diez años". Ni siquiera vi necesario responderle, más que nada porque no suelo discutir con ornitorrincos, pero el caso es que allí mismo al escucharle me acordé y entendí una frase que había leído esa misma mañana en el periódico: "El arma más poderosa que tienen las mujeres es el desprecio de algunos hombres".

5 de diciembre de 2012

Partes y todo: Manolita

Manolita llegó a Sama el mismo día que cumplía doce años. Hasta entonces, había pasado 11 años y once meses de su vida en un pueblo de Almería y los treinta días restantes sobre un carro, dos camionetas y un tren que la trajeron a Sama. Y aquí sigue, siete décadas después. A veces, como ahora mismo, la oigo cantar por el patio de luces. Y eso que hoy no hace un día especialmente soleado porque si no seguro que nos deleitaba con algún fandango. Aunque lo suyo es la copla. Canta bien. Siempre coincido con ella de compras por el barrio.
-"Ye que er mi Pepe"-la oigo decir en la cola de la panadería.
Y sonrío, porque percibo en ese deje astur-almeriense un sonido ancestral de las Cuencas mineras. Un acento que explica por qué somos lo que somos: muchos de muchas partes que forman un todo.
Y me presta.

2 de diciembre de 2012

Lo mío con el Instituto


Estoy escuchando tangos a la vez que escribo estas líneas. Lo digo para eximirme (al menos parcialmente) del pasteleo que voy a escribir, con total seguridad, a partir de ya mismo. Echémosle pues las culpas a la música para hablar del aniversario del Instituto Jerónimo González de Sama y darle un par de vueltas a la memoria de los años que pasé en el lugar, primero como estudiante, y después como hija de "Flora la de la cafetería". Como toda historia, lo mío con el instituto tiene un arranque en lo que denominaremos "El Principio de los Tiempos". Ésta época empezó una mañana en un pasillo largo y oscuro y terminó aproximadamente quince minutos después cuando una servidora decidió que ya estaba integrada. Al éxito de la óptima incursión en la vida de una estudiante de secundaria ayudaron muchas personas pero es imposible no mencionar a Eli y Soraya. El capítulo dos es un poco más largo. Bajo el título "En la cresta de la ola" en esta fase de la narración se abordan los altibajos propios de una relación estrecha entre institución y persona. La adolescencia efervescente y las matemáticas de Tercero de BUP son las dos grandes crisis de este periodo que terminó felizmente cuatro años (menos quince minutos) después con una nota que me permitió estudiar lo que quería.
La fase tres, denominada "¿Acuerdeste cuando en el Instituto?", suele ser, en la mayoría de historias de este tipo, la parte final. Pero en mi caso no. El anexo, sorprendente, me lo otorgó un nuevo título. Además de "alumna" o "ex-alumna", dentro de aquellas paredes a la orílla del río Nalón comencé a ser también "la hija de la de la cafetería". Aquí se abrieron nuevos horizontes y aprendimos cosas nuevas, como que los profesores también son seres vivos, mamíferos y hasta, en casos extremos, tienen buena conversación o que, al otro lado de la barrera, efectivamente el recreo parecía una estampida de zombis hambrientos. ¡Feliz cumpleaños!.

16 de octubre de 2012

Tiempo de Prestige

Foto Archivo El País.

No había Facebook, ni Twitter y mi teléfono era un One Touch Easy de Alcatel grande, pesado y amarillo. El móvil no hacía fotos y mi precaria economía de estudiante en Madrid tampoco me permitía tener cámara así que no guardo ni una sola imagen de los seis días que pasé limpiando chapapote (galipote para los astures) en las playas de Carnota y en los barcos que salían y entraban de la ría de Vigo. Durante aquellas jornadas de voluntariado, era la Navidad de 2002, nos acogieron en el polideportivo de Cangas do Morrazo. En realidad nos acogieron en todo el pueblo porque no nos dejaron, al menos a mi no, pagar nada, ni una de las cervezas que tomábamos por la noche en el bar frente al poli: "¿Una servesa?", seseaban los del pueblo y nos hacía una gracia tremenda, y nos reíamos, hablábamos de política, de barcos que se hunden, de la puta mierda del chapapote. Los que quedábamos en el puerto limpiando las barcazas comíamos en las instalaciones de la cofradía de pescadores. Primer plato, segundo plato y postre: "Come miña reiniña, come", decían los paisanos que después se acercaban a un grupo de jóvenes voluntarios japoneses que ante la presencia de los marinos se levantaban en señal de respeto. Cuando llegamos nos recibió la banda de gaitas de Cangas y para marchar una gran queimada. Los autobuses de la Complutense volvieron a Madrid, yo, como iba a ser Nochebuena, inicié un periplo por todo el Noroeste de España para poder llegar a casa. Durante días me olieron las manos a chapapote. O esa era mi impresión porque los demás decían que no. Después tocaron las manifestaciones por calles madrileñas cantando aquello de "Nunca máis" y otras de cosecha propia como "ya se acabó el alboroto y ahora se hunde el petrolero y ahora se hunde el petrolero". De todo esto hace diez años y ahora empieza el juicio de una barbarie ecológica pero también política que incluyó un ministro, Cascos, cazando por el mundo mientras se destrozaba la costa gallega y frases memorables como la de los hilillos de plastilina que salió de la boca de nuestro excelso presidente. ¿Dónde queda eso de que el tiempo pone las cosas en su sitio?. 


(Lo escribí en octubre de 2012. Lo reafirmo en noviembre de 2013 y añado: el tiempo sigue dejando la cosas en el fondo de mar. Bueno, todo no, a mi y a muchos nos quedan los recuerdos)

11 de octubre de 2012

Que alguien le diga...(2x1)



Que alguien le diga a José Ignacio Wert que echar un vistacín a la alineación del Barça en el Marca no es leer catalán. Y ya que está que le diga también que en este momento de la vida que nos ha tocado vivir lo que mejor nos vendría a todos sería desespañolizar la escuela de este país y por extensión la sociedad y tal vez volverla un poco menos caínita y algo más interesada por salir adelante. Estaría bien que el interés en medrar impregnara a la clase política y empresarial del país para que ni políticos ni empresarios se vengan arriba y empiecen a hacer listas de deshechos al estilo Cebrián.
 
Por cierto, que alguien le diga al emperador de PRISA, el mismo que asegura que en El País sobran los periodistas veteranos, que el próximo 30 de octubre cumple 68 años por lo que ya está en predisposición de jubilarse con o sin reforma de la edad de jubilación. Y ya que está que le diga también, así a cara perro, que a lo mejor el que sobra es él porque sus pésimos tejemanejes empresariales han acabado por hundir a un grupo editorial que, hasta que él se puso al mando, sobrevivía con mas gloria que todas las penas que él le echó encima después. (Y que le diga también que abra los ojos, que parez que tien conjuntivitis).

10 de octubre de 2012

A/a del Señor Cebrián: "La propiedad conlleva una responsabilidad"


"La reina en el palacio de las corrientes de aire", Stieg Larsson. PÁGINAS 264 y 265:

"Los recortes fueron necesarios. Si no los hubiésemos realizado, haría ya mucho tiempo que el periódico habría cerrado.
—Dejemos por un momento lo que es necesario y lo que no. Durante los últimos tres años han desaparecido dieciocho puestos de reportero. Encima, la situación actua
l es que nueve puestos del SMP se encuentran vacantes y han sido sólo parcialmente cubiertos por suplentes temporales. La redacción de deportes necesita con urgencia más personal. Se supone que deben ser nueve empleados, pero hace más de un año que están con dos puestos sin cubrir.
—Se trata de ahorrar dinero. Es así de sencillo.
—La sección de cultura tiene tres puestos vacantes. En la de economía falta una persona. En la práctica, la redacción de asuntos jurídicos no existe: allí lo que hay es un jefe de redacción que va cogiendo reporteros de la redacción general para cada trabajo. Etcétera. El SMP lleva al menos ocho años sin efectuar una cobertura seria ni de las instituciones ni de las autoridades oficiales. Ahí dependemos totalmente de los freelance y del material que produce la agencia TT... y, como ya sabes, hace años que la TT cerró la redacción especializada en esos temas. En otras palabras, no hay ni una sola redacción en toda Suecia que se ocupe de las autoridades y de las instituciones del Estado.
—La prensa escrita se encuentra en una situación delicada...
—La realidad es ésta: o se cierra inmediatamente el SMP o la junta se decanta por una solución ofensiva. Cada vez tenemos menos empleados, y los que quedan se ven obligados a producir cada vez más textos. Los artículos son pésimos, superficiales y sin ninguna credibilidad. Por lo tanto, la gente deja de leer el SMP.
—No lo entiendes...
—Ya me he cansado de oír que no lo entiendo. No soy una becaria que ha venido aquí para que la entretengan.
—Pero tu propuesta es una locura.
—¿Por qué?
—Estás proponiendo que el periódico deje de ser una empresa que obtenga
beneficios.
—Oye, Sellberg, durante este año les vas a entregar unos enormes dividendos a los veintitrés accionistas del diario. A eso hay que sumarle unas bonificaciones completamente absurdas que van a recibir nueve personas de la junta directiva y que le costarán al periódico cerca de diez millones de coronas. Te has asignado a ti mismo una bonificación de cuatrocientas mil coronas como premio por haber administrado los recortes del SMP. Es cierto que no es nada en comparación con las bonificaciones que han rapiñado algunos directores de Skandia, pero para mí no vales ni un solo céntimo. Las bonificaciones deben entregarse cuando alguien hace algo que fortalece al SMP. En realidad tus recortes han debilitado al periódico y han incrementado la crisis.
—Eso es muy injusto. La junta ha aprobado cada una de las medidas que he tomado.
—La junta ha aprobado tus medidas porque le garantizas un reparto de
dividendos cada año. Eso tiene que acabar ya. Ahora mismo.
—¿Hablas en serio cuando propones que la junta elimine todos los
dividendos de las acciones y todas las bonificaciones? ¿Y crees que los accionistas van a aceptarlo?
—Lo que propongo es que este año se adopte un sistema de cero beneficios. Supondría un ahorro de casi veintiún millones y la posibilidad de reforzar la plantilla y la economía del SMP. También propongo una reducción del salario de los jefes. Yo cobro al mes ochenta y ocho mil coronas, algo que es un auténtico disparate para un periódico que ni siquiera se pueda permitir cubrir las vacantes de la redacción de deportes.
—O sea, ¿que quieres bajarte el sueldo? ¿Estás abogando por una especie de comunismo salarial?
—No digas chorradas, incluyendo tus bonificaciones anuales, tu sueldo es de ciento doce mil coronas al mes. Es demencial. Si el periódico tuviera estabilidad y reportara unos tremendos beneficios no me importaría que entregaras los dividendos que quisieras. Pero este año no es precisamente el mejor momento para que te aumentes la bonificación. Mi sugerencia es que se reduzcan a la mitad todos los salarios de la dirección.
—Creo que no entiendes que si nuestros accionistas son accionistas, es porque quieren ganar dinero. Se llama capitalismo. Si tu idea es que pierdan dinero, ya no querrán ser accionistas.
—Mi idea no es que pierdan dinero, aunque también se podría llegar a esa situación. La propiedad conlleva una responsabilidad. Como bien señalas, estamos hablando de capitalismo. Los propietarios del SMP quieren obtener beneficios. Pero son las leyes del mercado las que dictan si habrá beneficios o pérdidas. Con tu razonamiento lo que consigues es que las reglas del capitalismo se apliquen de modo selectivo a los empleados del SMP, pero no a los accionistas ni a ti mismo.
Sellberg suspiró y, elevando la vista, puso los ojos en blanco. Desamparado, buscó a Borgsjö con la mirada. Éste estudiaba pensativamente el programa con los nueve puntos de Erika Berger"

1 de octubre de 2012

Animalicos




Me gusta la política, pero -sí, habéis acertado, hay un pero- tengo mis reparos hacia muchos de los que la practican últimamente en este país. Sin desearles mal a ninguno de ellos y siempre desde la educación, la verdad es que me encantaría ver a alguno de ellos abrir los telediarios detrás de un atril y diciendo: "Mira que yo lo dejo, eh, que esto es muy extresante. ¿Interesante?. No mujer interesante no, extresante" en Modo Manquiña.
No me caen mal todos los políticos, de hecho, hasta me llevo bien con algunos de nuestros representantes públicos. Me caen mal algunos políticos-que suelen coincidir con los que mandan-. Otros son tratables. Es como en todo, en el mundo de la abogacía, el periodismo, la siderurgia, en el supermercado junto a tu casa, en la escuela...hay gente buena y válida y los hay que se van ofreciendo a puerta gayola para que les des un corte y los dejes como la mojama.
Lo de que me caen bien, incluso respeto, a algunos políticos no lo digo muy alto porque en estos tiempos del cólera parece que está mal visto. Pero sí, me trato con políticos y a veces hasta tomo con ellos un café. Suelo dejarme invitar porque manejo la idea de que si algún día alguien nos acusa de cohecho, en el juicio se llevará la peor parte el que haya echado mano a la cartera y mi abogado podría exponer dramáticamente que fui obligada a tomar el café porque yo soy más de colacao.
Que me lleve bien con algunos mandatarios de esta la tierra que me soporta no significa que entienda todas sus decisiones, ni siquiera que las respete (porque si fuera médico no respetaría la idea de no atender a una persona por el simple hecho de que no tener un papel). Lo que significa conocer a los políticos un poco mejor que la mayoría de sus votantes es darse cuenta de que ellos también son seres humanos con aciertos y errores, envidias, orgullos, con avaricias y aspiraciones, con buenas ideas e intenciones y también, a qué negarlo, con algunos ardores de mala hostia y/o capacidad de enfado que te alegras de que no tengan acceso a ningún arsenal de armas nucleares. Vamos, nada del otro mundo. Si lo piensas son como adolescentes a los que en la misma tarde te apetecer echarlos de casa a merender donde su güela o reirte a carcajadas con sus tonterías. Son animalicos.

4 de septiembre de 2012

Joribiar



No sé si en un periódico que pueden leer niños se debería decir la palabra "joder". Claro que si escucho alguna de las perlas que llegan a salir de las bocas de estos angelitos igual el verbo no es ni tan soez como creo ni siquiera tan escandaloso. En cualquier caso, como lo que tengo claro ye que a les mis güeles no les gustaría nada que anduviera con el "joder" repartido a mansalva por estas líneas, a partir de ahora y hasta final de texto usaré la palabra "joribiar", que además es muy ochentera.
Y tras esta larga introducción he de decir que me joribia, y mucho, que el ministro de Educación asegura que sube el IVA al material escolar porque él "no sabe", y cito textualmente, "si una libreta la va a usar un arquitecto o un estudiante". ¡Ay el señor Wert! Si no le voy a quitar razón porque a mi me pasa lo mismo con cierta clase de políticos (que suele coincidir con los que mandan), que los critico a todos porque no sé si en una de estas voy a tropezarme con uno que se lo merezca como por ejemplo usted y su compañero de filas en el Consejo ministerial el señor Ruiz Gallardón.
También me joribia que ciertos medios de comunicación hayan conseguido que a los españoles nos preocupe la prima de riesgo y lo que va a decir, un día por la mañana, el responsable de turno de las agencias de calificación internacional. Me joribia porque en realidad creo que hay cosas mucho más importantes por las que preocuparse. Como saber qué van a hacer nuestros mayores para pagarse los medicamentos y encima ayudar en casa con lo que les quede de pensión porque claro, los hijos y los nietos están al paro. O qué va a hacer esa estudiante de provincias cuando vea que este año no le van a dar la beca del Ministerio de Educación y va a tener que currar más de lo previsto (porque antes ya lo hacía, que las becas no te solucionan el año) y eso repercutirá sin duda en su rendimiento académico.
Y también me joribia que haya gente inteligente, buena, trabajadora, emprendedora, capaz y leal que tenga que cogerse un ferry para marchar a buscar un futuro que aquí ni se vislumbra. Queridos Ricardo y Eli: Que los dioses del norte os sean propicios. Os doy dos años para que´l asturianu sea llingua oficial na Pérfida Albión.