
–Un café con leche, con la leche templada por favor.
–¿Tienes prisa?
–Un poco
–Debe ser muy bueno lo que te espera al final del camino
–Sí, lo es
–Te invito al café
–No, no hace falta, de verdad, muchas gracias
–Eres la primera mujer que entra en este bar en dos semanas, déjame que te invite
–No será para tanto...
–A ver....sí, dos semanas justas y ella también tenía algo bueno al final del camino