19 de abril de 2013

¡Un año sin La Voz! y sin mucho más...


Llevo varios días pensando en qué poner para conmemorar el primer aniversario del cierre de "La Voz de Asturias"...
Sólo me salen cosas escritas con muy mala hostia. Y esto se debe fundamentalmente al abandono, cuando no humillación, al que desde aquel 19 de abril de 2012 hemos sido sometidos los trabajadores del diario en general y los autónomos en particular (a los "freelance" además de la dignidad y la verdad por parte de los dirigentes del diario y el grupo que los sustenta se nos deben los salarios de los meses de febrero, marzo y abril que trabajamos como los que más). Y sí, se llevó a juicio y se ganó...seguimos esperando.

Pero "La Voz de Asturias" no se merece que sólo la recuerde así. Para mi fue un periódico libre y digno, que siempre estuvo a la vanguardia de los diarios asturianos en cuanto a diseño y maquetación, y que, sobretodo, me dio la oportunidad de tratar a gente maravillosa que hoy considero amigos. No quiero olvidarme de nadie y la lista es muy larga pero me vais a permitir la licencia de que estas palabras con un fuerte abrazo (igual que el que recogió en una foto Eloy Alonso, hace hoy -19/04/2013- un año) vayan para la mi Susana Díaz Machargo que ta dando guerra por la Pérfida Albión y que ye la mejorísima.

12 de abril de 2013

Las sobras


-Perdona una cosa... ¿Por qué metes en bolsas la fruta antes de tirarla al contenedor? -preguntó un tipo vestido con corbata.
-Para que no ensucie el cubo que después huele-respondió la frutera sin mirar para él y mientras reponía el estante con manzanas "golden".
El hombre hizo un gesto extraño, como de aceptación del argumento, y se fue. Ella se dio la vuelta hacia mi, que en esos momentos luchaba internamente para intentar recordar el puñetero número de tecla de los melocotones.
-Es mentira. No las meto en bolsas para que no se ensucie el cubo. Las meto en bolsas porque me he dado cuenta de que cuando cerramos vienen varias personas a revolver en los contenedores donde tiramos la fruta pocha, que ni está pocha ni nada, pero no se puede vender. Y estos hijos de puta -aseguró indicando hacia el hombre que ahora parecía reñir a una cajera- no nos dejan que demos la fruta, prefieren destruirla y quemarla antes de que la coja alguien que la necesite...
La mujer se quedó mirando al hombre de la corbata, me echó una sonrisa muy triste, recogió la caja vacía y se perdió entre las cortinas de la trastienda. Ya no pude recordar la tecla de los melocotones, con bolsa y todo los tiré al contenedor y me fui de allí...


(Sucedió en un supermercado Lupa el 6 de abril de 2013 en Peñafiel, provincia de Valladolid)

1 de abril de 2013

Primavera relativa



A las 13:15 horas del día 1 de abril, con un ligero viento del sureste, entró la Primavera en mi casa. Fue una brisa silenciosa pero lo suficientemente fuerte como para que la puerta de la terraza se cerrara de un portazo. Sonó el timbre cuatro minutos después. Era un mensajero, traía un paquete del que yo había conocido la existencia esa misma mañana. Mientras firmaba el albarán divisé cómo del bolso de la camisa del cartero sobresalía una pequeña margarita. Sonreí: "Es primavera", me dijo señalando la flor, y con las mismas se fue.
No abrí el paquete, pero aproveché mi presencia en el medio del pasillo para transportar el tendal desde el salón a a la terraza. Mientras colocaba el armatoste (aún no se ha inventado un módulo de FP para estos temas domésticos) me fijé en la vecina de enfrente, que atendía sus plantas en el balcón. Me miró, la saludé y sonrió: "Es primavera" sentenció mientras colocaba una nueva maceta en el ventanal.
Primavera y vacaciones porque suenan las notas de una flauta infantil en la lejanía, eso significa que no hay cole ni horarios que marquen los límites de los ensayos, y ensayos, y ensayos, y ensayos. Dejo la terraza en el momento exacto. Evito otro portazo. Decidida enfoco la habitación. Es primavera, pues habrá que cambiar el nórdico. Me envalentono sin sentido. ¿Quién nos dice, después de lo andado, que no nevará en abril? Vale más no pensarlo. Es primavera, ha salido el sol y el cambio de hora ha obrado el milagro: los atardeceres se han retrasado, la vida pide más calle y la calle pide más vida.
Y respiras asomada a la ventana y te reafirmas en la idea de que el tiempo es relativo. Ni la Primavera de 2013 llegó "el miércoles 20 de marzo a las 12h 02m hora oficial peninsular" y además el invierno tal parece que llevaba décadas aquí...