28 de febrero de 2011

Programación

El 24 de febrero de 2011 ha pasado a la historia de mi ático como el día en que conseguí finalizar la ronda por todos los canales de la TDT que había empezado a hacer en junio del año anterior. Siempre me quedaba frita entre las recetas de un tipo que cocina con estres en 22 minutos y unos señores que pescan cangrejos, peligrosamente, en Alaska. Pero esta vez no. Eso sí, cuando conseguí dar la vuelta a toda la programación, me encontré a Carlitos -el de “Cuentame”- haciendo la mili y a su hermana Inés de politoxicomana de la vida. Flipé.

La TDT ha llegado a nuestras vidas para aportarnos cosas muy interesantes como la posibilidad de ver, en siete canales distintos, a los forenses, médicos, abogados, policías, vampiros, zombies, familias desestructuradas (y amarillas); y jovenzuelos cantarines que tanto te gustan. La pega está en que nunca encontrarás un capítulo nuevo. Porque en España, queridos amigos, hay tres cosas que son imposibles de hacer: encontrar un trabajo decente y en el que no te intenten tangar; encontrar una compañía de teléfono decente y en la que no te intenten tangar y encontrar un canal de televisón en el que respeten la programación y no te intenten tangar con reposiciones.

¿Comparable? Pues muchos diréis que no, pero es lo que hay. Claro que si te pones a pensar, casi prefiero ver dos mil cuatrocientas cincuenta y cuatro veces el mismo capítulo de los Simpsons que ciertos programas en los que, apelando al interés general, se dedican a humillar, vilipendiar, agredir e insultar a quien se les ponga a tiro con una ausencia total y absoluta de escrúpulos y ética. Lo peor es que a eso le llaman “periodismo” y después tenemos que salir otros a la calle a echarnos a la espalda una profesión que, si me apuras, a veces da vergüenza.

6 de febrero de 2011

LO(ndon)OK



Fotos de Juan Plaza (juanplaza.blogspot.com)
Música de Belle and Sebastian