EIías y su sonrisa

Elías también quiso una foto, y ante esa sonrisa, qué podía hacer yo...Elías vive en Bexoncán

los limpiabotas de Ixchiguán

Mario y Fernando querían una foto sentados, se pusieron serios y posaron. Aqui está. Trabajan de limpiabotas en Ixchiguán.

Vuelta a la nada cotidiana

Hemos vuelto. Después de cien mil aventuras, pisamos suelo español. Madrid nos recibió con frío, (14 grados). La premura por coger el segundo vuelo y las ganas de llegar a Asturias acortaron nuestro paso por la capital, tan solo una hora de estancia. Allí subidas, Irene y yo apenas hablamos, preferimos darnos una a la otra nuestros momentos de intimidad, para digerir la gesta de nuestros 22 días en tierra guatemalteca, y también imaginar la cara y los abrazos que nos esperaban en el aeropuerto. El viaje a Guatemala llego a su fin a eso de las cinco y media de la tarde del 29. Cómo empezó todo sería muy difícil y largo de explicar. Yo sólo sé que llevo toda la vida pensando en ir a América (a la buena) y que un día de primavera me encontré con un billete de avión cuyo destino era Guatemala, la Guatemala otoñal y lluviosa. Muchas gracias a todos por el cariño que nos habeis demostrado todos estos días.

Mayra y el volcán

Mayra Ramírez vive en Ixchiguán, y tiene la sonrisa más tierna del mundo. Ella y su hermana Yesenia son una de las pocas cosas ilusionantes y maravillosas que estos días se pueden disfrutar en Guatemala...por eso lo quiero compartir con vosotros. No me quedan muchos días aqui, de hecho, puede que esta sea la última vez que escriba en esta bitácora desde el país guatemalteco (al menos en este viaje). Así que muchas gracias por la preocupación que habeis tenido durante estos días, muchas gracias por participar con comentarios tan cariñosos, muchas gracias por esperarnos...Un besin muy fuerte

Realidades guatemaltecas

La situación en el país es de auténtica catástrofe, ya lo sabeis por las noticias. Las carreteras estàn cortadas y hay pueblos enteros devastados por la lluvia y el lodo. Entre los supervivientes de las principales zonas afectadas: los departamentos de San Marcos y Sololà, la mayor preocupaciòn que hay ahora es la hambruna. La ayuda empezó a llegar entre ayer. El domingo por la tarde llegamos a la capital despuès de un dìa entero en la carretera. El viaje entre Huehuetenango y Guate resultó tranquilo, pero con muchos parones, uno de ellos, cerca de la localidad de Los Encuentros (donde se coge el entronque hacia Sololá y el Lago Atitlán) de màs de una hora. La tormenta Stand ha dejado anegada la carretera interamericana, que es la principal vía de comunicación entre esa parte occidental del país y la central. Las imágenes que pudimos contemplar durante nuestro trayecto no eran nada esperanzadoras, toneladas de tierra en las carreteras y cientos de personas en los caminos esperando algo de ayuda o tal vez escapando de otros posibles derrumbes. En el informativo habían anunciado una nueva tormenta tropical, si bien, ayer confirmaron que se había dispersado a su paso por Nicaragua, algo bueno tendría que pasar durante estos días, porque el resto de información de la que disponemos es bastante trágica. El ejemplo más sangrante es el del pueblo de Panabaj, en el departamento de Sololá, allí se calcula que un desplazamiento de tierra ha dejado sepultadas a mas de mil personas, los bomberos voluntarios han dejado de buscar a los muertos y el gobierno ha declarado la zona Panteón Común. Este lugar, por la que nosotros pasamos en nuestra primera parte del viaje, es muy humilde. Para que os hagais una idea las casas están construídas en las laderas de las montañas (como las que se ven en Sama al lado del puente del Corredor), pero estos edificios están hechos de barro y paja, y claro, en cuanto llega un torrente de agua, arrastra con todo lo que se ponga por delante. En fin. Vuelvo a repetir que nosotras estamos muy muy muy muy bien, que en el Colegio Belga, donde nos quedamos, estamos recogiendo y clasificando ropa y alimentos para llevarlos a San Marcos. Allí iremos el jueves, porque las carreteras ya están abiertas, iremos en un comboy de seis furgonetas grandes, llevamos muchas raciones de comida que hemos elaborado con arroz, frijol, azucar, leche en polvo, pañales, papel, agua.... para repartir en la localidad de Itxchiguán. Al norte de San Marcos. En Itxchiguán estaremos todo el fin de semana, posiblemente hasta el lunes o el martes, para ayudar en el reparto de los víveres y colaborar con la comunidad en todo lo que pueda. No creo que allí tenga acceso a internet, ni siquiera sé si hay red telefónica, así que dejaré la bitácora un poquituín abandonada hasta mi vuelta a la capital, que será o el martes o el miércoles, puesto que nuestro vuelo sale el jueves día 20 de octubre hacia Madrid, la llegada a Asturias está prevista para eso de las seis de la tarde del día 21 de octubre. Así que nada, por si no puedo volver a entrar en este blog de mis entretelas hasta la semana que viene, que ustedes lo pasen bien, no se preocupen en demasía por nosotras, que sí que estamos muy bien, y muchas gracias por participar en los comentarios y por preocuparse de nuestra integridad física (la integridad moral yo ya la perdí hace muchisisisismo). Un besin a todos

Idiosincrasia Guatemalteca y otros

En Guatemala todo son extremos. Tan pronto llueve (y estos dìas lo ha hecho en demasìa) como hace sol, es de noche y de repente, a eso de las seis de la tarde, se pone el sol. Bueno, no todo son extremismos en este paìs, por ejemplo sus habitantes no lo son. Yo le digo a Irene y Carmen que los guatemaltecos son los gallegos de Centroamérica. Nunca sabes si suben o si bajan, si te estan diciendo que no, o te estan diciendo que si. Y el paradigma de toda esta teoría mìa sobre las personas de aqui (soy bastante dada ha hacer tesis,podeis preguntar) es una palabra que utilizan continuamente y arrastrando la "a": "saber", ellos dicen "saaaber". Carmen, más acostumbrada a estas indecisiones mayas, me asegura que esta duda existencial en la que cohabitan los guatemaltecos viene dada por el paìs en el que les ha tocado vivir, donde nunca, y menos estos dìas post-tormenta Stand, se està seguro del terreno en el que se pisa. "¿Estarà abierta esta carretera?" pregunto yo inocente y europea de mi, y el guatemalteco de turno me responde "saaaber". "Fulanito no està, ¿dónde ha ido?" y lo mismo "saaaber". A mi me gusta la palabra, creo que la voy a exportar a tierras españolas, claro que currando en Sama y con un jefe de El Entrego lo mismo no tiene el efecto de aqui.
Mañana temprano nos vamos a la capital, ahora estamos en Chiantla, del departamento de Huehuetenango. Vamos para allà porque nuestro pròximo destino era la zona de San Marcos e Itchiguàn. Pero los dos sitios han sido devastados por el Stand y no hay manera humana de llegar, por ahora. Asì que vamos a Guatemala a ver si podemos ayudar en los centros de acopio. Creo que es lo mejor que podemos hacer. Si puedo ya os irè contando, porque la situaciòn es bastante complicada en el paìs. El presidente Òscar Berger reconociò hoy que las consecuencias del desastre para el país son peores que las del huracàn Mitch de 1998. Imaginaros. En los albergues ya no cabe màs gente y muchos de ellos se estàn quedando sin comida. Menos mal que otra caracterìstica de esta gente es la solidaridad hacia sus paisanos. Son capaces de dar lo poco que tienen a los que no tienen nada, y eso es encomiable.
Os dejo. En este paìs nos quedan aùn doce dìas de intensidad...No contàbamos con ser testigos directos de la grave situaciòn de Guatemala, pero ya que lo somos, intentaremos colaborar en que todo pueda salir adelante. "saaaber". Os queremos y os echamos de menos, estos dias más que nunca.

PD: Haciendo caso a "El fotero" y sin que sirva de precendente he puesto fotos en este blog de mis entretelas

De tormentas tropicales que azotan el trópico

Antes que nada deciros que estamos muy bien por estas tierras guatemaltecas, que la tormenta Stand no llegó a azotar muy fuerte por donde nosotras caminabamos y que como diz mi güela "nunca llovió que nun escamplara". En estos momentos os escribo desde el departamento de Huehuetenango. Irene, Carmen y yo nos quedamos en el pueblo de Chiantla, que está justo al lado de la capital provincial. Aqui estaremos unos días, entre otres coses porque estamos incomunicaes y nun podemos ir a ningun lado, ni a la capital ni a San Marcos, que era nuestro siguiente destino. A San Marcos no podemos llegar porque la carretera está cortada, además la zona ha sido una de las más afectadas por el ciclón esti tropical que nos ha tocado vivir. La situación allí es bastante complicada, nos hemos puesto en contacto con Juana María, una monja que vive en el pueblo de Irxchiguán, y tal vez, sólo tal vez porque en Guatemala ye to así, podamos viajar hasta la capital y les subamos después comida, ropa y agua. Pero ya os digo que por ahora es imposible. Creo, porque ya he hablado con alguno de vosotros, que la información que teneis sobre la tormenta es mayor que la que tenemos nosotras aqui. El miércoles estuvimos todo el día sin luz en Uspantán y el jueves, cuando dispusimos camino hasta Chiantla no nos imaginabamos que estaba todo el país en estado de alerta. Y menos mal, porque si los sabemos, no arrancamos. Y si nos quedamos en Uspantán tien que ir a buscanos el helicóptero del Principado y la brigada de rescate de Protección Civil de Laviana...Bueno en fin. Que espero que en próximas visitas a esta bitácora de mis entretelas pueda contaros cosas más agradables, que las hay y muchas, de este país. Ya sabeis lo que se os quiere en esta plataforma virtual así que podeis dejar vuestros comentarios. Cuidaros mucho y nosotras haremos lo mismo, no os quepa duda.
PD: Lleguenme noticies de que la Sidrería Eloy al final no hace fiesta de despedida.....mira chicos, a diez mil kilómetros de distancia, casi que hasta me alegro (por mi claro). Un besu muy fuerte

En la ruta hacia el norte

Hemos llegado a Uspantán, un pueblo al norte de Cumen, de Guatemala capital y parece que al norte de todo. Para llegar hasta aqui hemos pasado lodozales, selvas y un pequeño puente sobre "un río de aguas diáfanas", el único de todo Guatemala, porque aqui el agua tiene siempre el color del chocolate. En la carretera, al pasar la localidad de Cumen, nos hemos encontrado con unas obras,y hemos estado parados durante dos horas. Unos niños se acercaron a ofrecernos algo de comer: plátanos, paayas y una especie de ciruelas que son todo semilla y de las que no recuerdo su nombre. Cogimos "bananos" y yo me baje del coche, entablé conversación con los pasajeros de una camioneta (asi llaman aqui al autobus) que se estuvieron riendo de mi un rato, porque hablo muy rápido, porque fumo, porque sé conducir y porque "parezco ladina". Los ladinos son los mestizos, mital indígenas y mitad blancos, en algunas aldeas, como en la que ahora me encuentro, no son muy bien vistos porque su relación con los indios ha sido siempre de superioridad. Yo les he dicho que de ladina nada, que yo de ser algo soy indígena, de La Barraca, pero indígena, creo que al final los convencí y les caí bien...Me tengo que despedir. Hoy iba a cargar una foto pero la estructura tecnológica no me deja. Ya sabeis lo que se os quiere en mi correo electrónico, a unos más que a otros, of course. Tendréis noticias mias.
Un besin

Tras los pasos del dios maya

En un pubelo llamado Los Encuentros, donde confluyen los caminos llegados desde toda esta parte del Altiplano, me he enterado de que hoy hay un eclipse de sol. Las noticias del resto del mundo no llegan a esta parte de él. Y las pocas que me llegan, de mis seres queridos, me hacen sentirme, por unos segundos, muy feliz. Ayer estuve en el mercado de Chichicastenango, describir lo que suponen calles y calles de colores, de olores y de gente es poco menos que tarea imposible. En el rastro conocí a Isaias un niño de diez años, desgarbado y del Real Madrid, me dijo que estudiaba bien pero que tal vez, si yo le daba un lapiz, podía estudiar mejor. Se lo dí, cuando se fue me guiñó un ojo. He aprendido a decir gracias en quiqhé, uno de los veintitrés lenguajes mayas que existen, y se dice MAltiox. Os quiero

Primeros pasos guatemaltecos

En la estrechez de esta habitación y este pais que hoy me acogen, mi cabeza no deja de pensar en todas las cosas que tengo que contaros. Hoy estoy en Santa Cruz del Quiché, una región tan verde como las montañas soñadas de Sairutsa. En su mercado hay tantos colores que algunos no tienen nombre, y su gente, que entre sí habla el dialecto maya, tiene en la mirada la digna sensación de la consciencia.