
Obviando mi cara de pánfila y el hecho de que iba vestida de cuatro colores diferentes, ésta foto es de tal día como hoy hace un año. Allí estábamos, en la Italia, despreocupados de la política, la cultura y la vida social de Langreo y alrededores, con dos únicos objetivos: buscar entre las ruinas romanas una inscripción que traía el National Yeografi y conocer algo más de Samantha Mathews, pero eso es otra historia. ¿Por qué nos gusta tanto el extranjero?. Y no vale decir: ¡Por las sueeecass!