1 de octubre de 2005

Primeros pasos guatemaltecos

En la estrechez de esta habitación y este pais que hoy me acogen, mi cabeza no deja de pensar en todas las cosas que tengo que contaros. Hoy estoy en Santa Cruz del Quiché, una región tan verde como las montañas soñadas de Sairutsa. En su mercado hay tantos colores que algunos no tienen nombre, y su gente, que entre sí habla el dialecto maya, tiene en la mirada la digna sensación de la consciencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo, como tú, que hay cosas que sólo se pueden vivir. Seguro que nunca conseguiremos «revivir» lo que estás sintiendo. En cualquier caso, me alegro mucho por ti, muchísimo, hasta el infinito.