3 de octubre de 2005

Tras los pasos del dios maya


En un pubelo llamado Los Encuentros, donde confluyen los caminos llegados desde toda esta parte del Altiplano, me he enterado de que hoy hay un eclipse de sol. Las noticias del resto del mundo no llegan a esta parte de él. Y las pocas que me llegan, de mis seres queridos, me hacen sentirme, por unos segundos, muy feliz. Ayer estuve en el mercado de Chichicastenango, describir lo que suponen calles y calles de colores, de olores y de gente es poco menos que tarea imposible. En el rastro conocí a Isaias un niño de diez años, desgarbado y del Real Madrid, me dijo que estudiaba bien pero que tal vez, si yo le daba un lapiz, podía estudiar mejor. Se lo dí, cuando se fue me guiñó un ojo. He aprendido a decir gracias en quiqhé, uno de los veintitrés lenguajes mayas que existen, y se dice MAltiox. Os quiero

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de que las cosas te vayan bien Aitana. Aquí hay mucha gente que te echa de menos, sobre todo «en tu pueblo». Asturies sigue igual, empezó el frío y la rutina. Me parece fascinante lo que cuentas. Te has convertido en la Marco Polo de Ciañu que maravillaba a Europa con lo que decía que había encontrado en las Indias.
Cuídate que aún te quedan muchos guiños que recibir (¡y que contar!). Un besín Aitana.

Anónimo dijo...

¡Qué envidia!A eso no hay eclipse que se le compare.
Maltiox por compartirlo con nosotros.
Un beso,
Brosi.

Anónimo dijo...

Seguro seguro que Isaias tambien aprendio a decir "gracies".
Lo importante de la vida es vivir, cosa que tu sabes hacer,no sobrevivir. te quiero mucho