17 de noviembre de 2007

M-A-D-R-I-D

Comprendí que estaba en Madrid el día
que no cupe en un vagón de metro.
La noche que me crucé por la calle
con un grupo de exaltados
que asaltaron La Cibeles.
La tarde de febrero
Que en la cola del cine
Me quedé sin entradas
Por exceso de celo.
Madrid no es,
Madrid son muchas cosas:
calles, gente, ruido,
gritos, cines y teatros,
sirenas de ambulancia,
chistes macabros,
madrugadas sofocantes,
bares y cerveza.
El clima más extremista,
un extraño concepto de las distancias
y seis maneras diferentes de pedir un bocadillo.

PD: ¡La de veces que entonamos «Chalaneru» en la Plaza del Dos de Mayo!.
Si, sí, sí, nos vamos a Madrid.

1 comentario:

Irredento Urbanita dijo...

Las nostalgias rotas llevan y traen, Cualkiera no hace poesía de una despedida ke se viene.

saludotes