10 de octubre de 2012

A/a del Señor Cebrián: "La propiedad conlleva una responsabilidad"


"La reina en el palacio de las corrientes de aire", Stieg Larsson. PÁGINAS 264 y 265:

"Los recortes fueron necesarios. Si no los hubiésemos realizado, haría ya mucho tiempo que el periódico habría cerrado.
—Dejemos por un momento lo que es necesario y lo que no. Durante los últimos tres años han desaparecido dieciocho puestos de reportero. Encima, la situación actua
l es que nueve puestos del SMP se encuentran vacantes y han sido sólo parcialmente cubiertos por suplentes temporales. La redacción de deportes necesita con urgencia más personal. Se supone que deben ser nueve empleados, pero hace más de un año que están con dos puestos sin cubrir.
—Se trata de ahorrar dinero. Es así de sencillo.
—La sección de cultura tiene tres puestos vacantes. En la de economía falta una persona. En la práctica, la redacción de asuntos jurídicos no existe: allí lo que hay es un jefe de redacción que va cogiendo reporteros de la redacción general para cada trabajo. Etcétera. El SMP lleva al menos ocho años sin efectuar una cobertura seria ni de las instituciones ni de las autoridades oficiales. Ahí dependemos totalmente de los freelance y del material que produce la agencia TT... y, como ya sabes, hace años que la TT cerró la redacción especializada en esos temas. En otras palabras, no hay ni una sola redacción en toda Suecia que se ocupe de las autoridades y de las instituciones del Estado.
—La prensa escrita se encuentra en una situación delicada...
—La realidad es ésta: o se cierra inmediatamente el SMP o la junta se decanta por una solución ofensiva. Cada vez tenemos menos empleados, y los que quedan se ven obligados a producir cada vez más textos. Los artículos son pésimos, superficiales y sin ninguna credibilidad. Por lo tanto, la gente deja de leer el SMP.
—No lo entiendes...
—Ya me he cansado de oír que no lo entiendo. No soy una becaria que ha venido aquí para que la entretengan.
—Pero tu propuesta es una locura.
—¿Por qué?
—Estás proponiendo que el periódico deje de ser una empresa que obtenga
beneficios.
—Oye, Sellberg, durante este año les vas a entregar unos enormes dividendos a los veintitrés accionistas del diario. A eso hay que sumarle unas bonificaciones completamente absurdas que van a recibir nueve personas de la junta directiva y que le costarán al periódico cerca de diez millones de coronas. Te has asignado a ti mismo una bonificación de cuatrocientas mil coronas como premio por haber administrado los recortes del SMP. Es cierto que no es nada en comparación con las bonificaciones que han rapiñado algunos directores de Skandia, pero para mí no vales ni un solo céntimo. Las bonificaciones deben entregarse cuando alguien hace algo que fortalece al SMP. En realidad tus recortes han debilitado al periódico y han incrementado la crisis.
—Eso es muy injusto. La junta ha aprobado cada una de las medidas que he tomado.
—La junta ha aprobado tus medidas porque le garantizas un reparto de
dividendos cada año. Eso tiene que acabar ya. Ahora mismo.
—¿Hablas en serio cuando propones que la junta elimine todos los
dividendos de las acciones y todas las bonificaciones? ¿Y crees que los accionistas van a aceptarlo?
—Lo que propongo es que este año se adopte un sistema de cero beneficios. Supondría un ahorro de casi veintiún millones y la posibilidad de reforzar la plantilla y la economía del SMP. También propongo una reducción del salario de los jefes. Yo cobro al mes ochenta y ocho mil coronas, algo que es un auténtico disparate para un periódico que ni siquiera se pueda permitir cubrir las vacantes de la redacción de deportes.
—O sea, ¿que quieres bajarte el sueldo? ¿Estás abogando por una especie de comunismo salarial?
—No digas chorradas, incluyendo tus bonificaciones anuales, tu sueldo es de ciento doce mil coronas al mes. Es demencial. Si el periódico tuviera estabilidad y reportara unos tremendos beneficios no me importaría que entregaras los dividendos que quisieras. Pero este año no es precisamente el mejor momento para que te aumentes la bonificación. Mi sugerencia es que se reduzcan a la mitad todos los salarios de la dirección.
—Creo que no entiendes que si nuestros accionistas son accionistas, es porque quieren ganar dinero. Se llama capitalismo. Si tu idea es que pierdan dinero, ya no querrán ser accionistas.
—Mi idea no es que pierdan dinero, aunque también se podría llegar a esa situación. La propiedad conlleva una responsabilidad. Como bien señalas, estamos hablando de capitalismo. Los propietarios del SMP quieren obtener beneficios. Pero son las leyes del mercado las que dictan si habrá beneficios o pérdidas. Con tu razonamiento lo que consigues es que las reglas del capitalismo se apliquen de modo selectivo a los empleados del SMP, pero no a los accionistas ni a ti mismo.
Sellberg suspiró y, elevando la vista, puso los ojos en blanco. Desamparado, buscó a Borgsjö con la mirada. Éste estudiaba pensativamente el programa con los nueve puntos de Erika Berger"

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