Hildemarie murió cinco años después de la llegada de Santiago Guilhou a Mieres. Cinco años en los que ambos acabaron disfrutando de un amor tan incondicional como esperado durante décadas. Las dudas iniciales de Numa por aquella relación, más celos que otra cosa, se diluyeron en cuanto su Oma empezó a debilitarse con los primeros síntomas de la tuberculosis.
Numa y Santiago decidieron enterrar a Hildemarie, a La Alemana, en la parte alta derecha del cementerio protestante de Fábrica de Mieres. Junto a ella, años después, reposarían los restos del propio Santiago, en un mausoleo al final de la escalera en un lugar donde la técnica y lógica dicen que no tenía que haber nada. ¿Pero qué saben la técnica y la lógica del amor?
*Esta es una historia inventada. Porque hoy, cuando fuimos a grabar la rehabilitación del Cementerio Protestante de Fábrica de Mieres que están llevando a cabo los incansables chicos de la Asociación Cultural Santa Bárbara, me dio mucha pena saber que lo único que se sabe de esta tumba de la foto es que pertenece "a una sirvienta alemana". Y pensé que a lo mejor no estaba mal darle un nombre y una historia.