10 de octubre de 2008

2.646 kilómetros (Fin)

"Yes la reina del orbayu", me dijo Juan en un punto del viaje que no recuerdo porque, la verdad, nos llovió en todos lados. La nube viaja encima de nuestras cabezas como en la de los personajes de cómic que están enfadados. Pero somos de tierra húmeda y la lluvia no nos amilana así que filosofámos con la posibilidad de que el gobierno nos contrate cuando haya sequía. En vez de sacar a la virgen de turno en procesión, que nos inviten a un hotel de la zona. En dos días les aseguramos riego y relleno de caudales.
Granada tiene buena pinta hasta con sus cielos teñidos de gris. Nuestra parada granaína tuvo lugar gracias a Dean y Achi que nos acogieron en su casa del Zaidín y nos pasearon por el Albaicín y nos demostraron cómo se puede comer pagando sólo unas cañas. Vimos, en Granada, el atardecer obligado sobre la Alhambra desde el mirador de San Nicolás, una pequeña plaza que se llena de artistas callejeros, turistas americanos y melancólicos en cuanto que el sol comienza a descender. La luz, las casas, la quietud y la Oficina de Turismo de la ciudad que parecía que esa tarde había alquilado un filtro naranja para alegría de la cámara de fotos. Pudimos obviarlo, pero un paseo nos llevó hasta la Huerta de San Vicente (número 6) donde nació el poeta Federico García Lorca. Sentados en un banco de la parte trasera de su casa hasta nos pareció un error que de aquel secarral sólo se hubiera conservado su casa. Sus ojos, presumo, no reconocerían ahora el lugar.
No lloramos al dejar Granada pero nos dimos cuenta de que con la partida de la ciudad dejábamos atrás un ciclo del viaje, aquel que nos había llevado a los entresijos de la vida, la cultura y la historia musulmana, tan paralela a la nuestra que se confunde en el calendario. Despeñaperros, Tío Pepe, una parada en Guarroman, aceite de Jaén, música de viaje....
Cerramos el círculo de los dos mil y pico (largos) kilómetros en Madrid y, nuevamente, con la fotografía como protagonista. Acudimos a la sede de La Fábrica para acompañar a Gonzalo Juanes en la presentación de su "Photobolsillo", un libro que aglutina la narración en imágenes a color de la vida de Juanes, en una mirada que al final fue y es la de todos los asturianos.
Y al final de la tarde colorida cogimos rumbo al norte, a casa, al orbayu del que ya no nos podemos echar la culpa.

3 comentarios:

ZPelayo dijo...

na aki tamos prima, aver si t veo un dia x casa tu abuela jeje como va tu vida? mandate recuerdos todos aki mi pa mi ma y el mi hermanin favila un besu

Anónimo dijo...

Muy guapa la narración del viaje, purrusalda. Por cierto, perdona mi incultura pero Guarromán... ¿ye el últimu superhéroe de márvel o un pueblu? Vaya nombre...
PD: híceme un blog... pínchalu algún día. Ye infelicesycontentos.blogspot.com

Anónimo dijo...

Todavía sigo verde de la envidia...