2 de enero de 2007

Pseudofiesta de Nochevieja



En la fiesta de Nochevieja a la que fui había un hombre que se parecía a José Montilla. Lo mejor es que su mujer era clavada a Rosa Montero y entre los dos se marcaban unos «rocanroles» de escuela de baile que para mí los quisiera yo. La Montero le pedía a su marido que la subiera en brazos y le diera vueltas a lo John Travolta, pero el pseudo presidente de la Generalitat no podía y eso nos ponía un poco nerviosos a todos. Cuando nos dimos cuenta, la pseudo dama de la literatura española estaba tirada en suelo. Ver a un mito de la escritura femenina de España azotada y descojonada me hundió. Pero por ello no dejé de bailar. Llevé la procesión en mis adentros. La música del festín le dió a todos los palos: salsa, Tina Turner, pasodobles, los ya mencionados «rocanroles» y un largo etcétera que culminó, como no podía ser de otra manera, con El Chalaneru. Canción que, por otra parte, me hizo recordar los buenos momentos que viví en mi época «subpajariana». No bebí ni una gota de alcohol, porque me tocó ser ficha verde y conducir. Ahora, le día al agua que no veas. Rellené tantas veces el pseudo cubata que si hubiera sido vozka, a estas horas tendríais que llamarme Olga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oye aitana, qué coses más guapes dicen de tí hoy en el periódicu. Un abrazu, y feliz añu!